Un generador termoeléctrico es un dispositivo que convierte el calor en electricidad. Cuando existe una diferencia de temperatura entre dos metales o dos semiconductores produce entre ellos un flujo de electrones, una corriente eléctrica. La conversión directa de la diferencia de temperatura en electricidad es conocida como el efecto Seebeck, y suele estar limitado a unos pocos micro voltios por cada kelvin de diferencia.
La generación termoeléctrica se utiliza desde hace tiempo. Por ejemplo, se ha empleado en vehículos espaciales. Las sondas Voyager utilizan generadores termoeléctricos de radioisótopos que producen electricidad a partir del calor originado por la desintegración radiactiva de un combustible nuclear, como el Plutonio-238. De este modo, las sondas se mantienen operativas y con suministro eléctrico durante decenios, también cuando se encuentran demasiado lejos del Sol como para utilizar paneles solares. Los generadores termoeléctricos de radioisótopos se han utilizado además para suministrar energía eléctrica a instalaciones remotas, como faros para la navegación instalados en el Ártico ruso.
El cuerpo humano también produce y disipa calor, por lo cual es susceptible de aprovechar el efecto Seebeck para producir electricidad. Sin embargo, la cantidad de calor que produce una persona resulta en una corriente eléctrica muy escasa. Tan pequeña que apenas se saca provecho de ella. Además, los generadores termoeléctricos corporales hay que llevarlos puestos y por tanto es necesario que sean pequeños, ligeros y flexibles, lo cual reduce todavía más su eficiencia y capacidad para generar potencia.
Recientemente investigadores de la Universidad Pública de Carolina del Norte desarrollaron un nuevo método para convertir el calor corporal en electricidad. El nuevo sistema es más eficiente que los utilizados hasta ahora, y además cumple con el requisito de ser cómodo de llevar. Es pequeño y ligero: mide un centímetro cuadrado y tiene dos milímetros de grosor, y también es flexible. Según los investigadores produce hasta 20 microvatios por centímetro cuadrado.
El diseño se basa en una capa de material conductor que está en contacto con la piel y que recoge el calor corporal, concentrándolo en el generador termoeléctrico. Un polímero exterior reduce la cantidad de calor corporal que se disipa sin pasar antes por el generador. Para que el generador produzca electricidad el calor debe pasar a través del generador, en un recorrido que va desde el cuerpo humano hacia el exterior.
Con Información de Informador.com.mx