Lizbeth Leyte/Ultimátum
TGZ
Este 26 de septiembre, se cumplieron tres años de la muerte de 43 normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde presuntamente la Policía Municipal y el Ejército Mexicano de Iguala persiguió y atacó a estudiantes.
Ante este acontecimiento que impacto no sólo al país, sino, al mundo, sociólogos en el estado, lamentaron que debido a los sucesos impredecibles de los sismos, el caso Ayotzinapa ha quedado en olvido por la sociedad.
Antonio Vázquez, sociólogo chiapaneco, señaló que este suceso ha ido perdiendo fuerza, provocado por el olvido de la población en Chiapas y la de otras entidades del País, puesto que hay otros problemas de mayor relevancia.
“Con lo sucedido de los temblores en el país ese asunto está en el olvido y las marchas no les harán caso, puesto que hay cosas más importantes ahora”, externó.
Sin embargo, puntualizó que para el gobierno de México, los fuertes sismos del pasado 7 y 19 de septiembre vinieron en buen momento, ya que la exigencia por esclarecer estos homicidios en este tercer aniversario, quedan en último término.
“Hay una gran cortina de humo que se van hacer de la vista gorda”, comentó.
Respecto a la falta de acciones por parte de algunas organizaciones civiles en el estado de Chiapas, Antonio Vázquez, lamentó que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), no emita postura alguna, así como en ayuda de la población más vulnerada por los terremotos, considerando que en los estados como Guerrero y México se han manifestado de forma pacífica en casetas de cobro.
“Es ahí donde verdaderamente se van a observar las acciones a considerar, sobre todo porque la ciudadanía ha ayudado a este sector, la ayuda de la gente es la mejor respuesta”, consideró.
A tres años de lo ocurrido en Iguala, Guerrero, de acuerdo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el caso Ayotzinapa sigue sin concluirse, ya que no existen indagatorias del paradero de los estudiantes, sin embargo, este caso sigue lleno de dudas y denuncias por parte de los padres de los estudiantes, lo que aviva la exigencia por lograr justicia y verdad.