Alondra Aguilar Morales/Ultimatum
La pandemia de la Covid-19 ha aumentado de manera importante la ansiedad hasta el punto de que, en un sondeo realizado hace unos meses en Estados Unidos, dos terceras partes de las personas cumplieron con los requisitos para padecer algún tipo de enfermedad mental moderada. Más allá de que existe una tendencia a sobre diagnosticar es obvio que nos encontramos en una situación alarmante, y sin duda los jóvenes son un sector totalmente vulnerable cuando hablamos de ansiedad, desde referirnos a las situaciones económicas, inestabilidad laboral y emocional, entre otras cosas. Ahora un factor lamentable que le añade a los episodios de ansiedad es la inmediatez ante los teléfonos celulares, la necesidad de mantenernos en constante comunicación y de postear a cada momento dónde estamos, cómo nos sentimos y qué estamos haciendo, además del deseo de cumplir con las expectativas de las redes sociales, es decir, fotos llamativas, imágenes lindas o estar enterados de todos los sucesos de nuestro alrededor. Lo que llama más la atención es que para muchos jóvenes los teléfonos celulares y las redes sociales más que un placer son una obligación y, por lo tanto, una presión. Sienten que necesitan estar conectados para socializar y acceder al universo de gestos y costumbres de su generación. Sienten la necesidad de recrear sus personalidades en línea para estar a la altura de sus compañeros y temen que si no lo están o si no frecuentan estos sitios se perderán de algo importante. La situación actualmente es complicada, pues muchos de los antídotos para esta situación tienen que ver con pasar tiempo con otras personas, caminar en la naturaleza, hacer ejercicio, etc., actividades que en estos momentos están un poco comprometidas. De cualquier manera, es recomendable buscar momentos en el día en que el teléfono celular –o cualquier otro aparato– esté apagado o en otro lugar y podamos concentrarnos completamente en el presente sin distracciones.
¡NO TE LO PIERDAS! En esta ocasión te damos algunas recomendaciones sobre cómo estar menos pendientes del teléfono:
- Replantea las notificaciones: Desactiva las notificaciones de todo, para que no voltees a verlo en cada momento o asigna identificadores especiales para saber cuando se trata de algo o alguien importante, como el trabajo o la familia.
- Deja el teléfono boca abajo o lejos de ti: Si no puedes escuchar o ver tu celular no estarás tan al tanto de él, por lo que podrás prestar atención a otras cosas con mayor facilidad.
- Ponlo en modo nocturno por la noche: Así no te despertarán los sonidos de grupos de WhatsApp o publicaciones de Facebook y únicamente entrarán llamadas después de varios intentos de comunicarse contigo.
- Déjalo en casa de vez en cuando: Así te irás desacostumbrando. Puedes salir a caminar cerca de donde vives y no llevar contigo el móvil, de este modo además de practicar el desapego de este aparato podrás aliviar un poco la ansiedad con el ejercicio.
- Acostumbra a tus contactos: Es importante que les hagas saber que no siempre estarás al pendiente para contestar todo al momento, por lo que tendrán que esperar a que llegue el momento en el que puedas ponerte en comunicación con ellos sin perder la paciencia.