Víspera electoral
Amet Samayoa Arce/Ultimátum
Agradecemos las felicitaciones por el advenimiento de DU; calentamos motores
Comprobado. Los candidatos se hacen, no nacen. Y por si fuera poco, no sólo se hacen, sino se hacen en la Ciudad de México, en el corazón de las cúpulas del poder. Es cierto que cuentan algunos mecanismos o herramientas para ir valorando algunas aventuradas decisiones sobre los ungidos en el 2018, como las encuestas, el “aplausometro”, la popularidad o la trayectoria administrativa o legislativa. Nada está escrito, todo puede ocurrir. Hoy en día ya nadie se va con la finta del perfil del más sonriente, el que más kilómetros recorrió, el que más se quemó de sol, el que más actos anticipados de campaña realizó, el que más dinero invirtió o más gente acarreó en un “informe legislativo” o porque sea mujer, rubio o moreno, alto o llenito o el millar de Twitter diarios (pagados, manipulados o improvisados). Todo cuenta, nada está aislado para decidir por los ungidos. Las coyunturas nacionales marcan el ritmo de las decisiones locales. Muy poco, pero muy poco se decide en la localidad porque aún vivimos una partidocracia poderosa que está en la Ciudad de México. Así que preparados para las sorpresas…
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