En Chiapas, han transcurrido los primeros dos meses desde la instauración de un nuevo gobierno. En ese tiempo ha habido de todo, desde manifestaciones sociales, hasta el desafuero de dos presidentes municipales.
Los ciudadanos hemos visto como de a poco, la nueva administración va tomando el toro por los cuernos, le ha tocado ir aplacando los demonios que quedaron sueltos en Chiapas, sin embargo, los problemas que le fueron heredados han sido difíciles de resolver, todo debido a que esos se resuelven con dinero y las arcas de la entidad quedaron colapsadas y saqueadas.
Un claro ejemplo de que los problemas de Chiapas tienen que ver con el incumplimiento financiero, es el adeudo que por más de mil millones de pesos, se tiene con un sector del magisterio, eso ha provocado que a las afueras de palacio de gobierno y del Congreso del Estado, haya un plantón permanente de profesores que exigen se les pague a la de ya.
Las actuales autoridades estatales, tienen que sobrellevar esa lamentable situación que durante seis años, cometieron “pecado social” al retener los salarios de profesores interinos.
A pesar del boquete financiero heredado, los anteriores funcionarios federales, actúan con total parsimonia, sin importarles que por su falta de pulcritud en el manejo financiero, dejaran a Chiapas de cabeza y en una situación grisácea de la que costará muchos años poder salir.
Ahora que al presidente Andrés Manuel López Obrador, le ha dado por llamar “pecado social” a la retención de salarios a los trabajadores, a los integrantes de la nueva administración estatal, debería de ocurrírseles, como en los tiempos de la Santa Inquisición, erigirse como juzgadores y castigar, o cuando menos, exigir se le castigue a todos aquellos pecadores que sin importarles nada, han cometido los pecados que su santidad presidencial ha denostado
Mientras la clase gobernante actúe parsimoniosamente, las víctimas de los “pecados sociales” seguirán en la calle, reclamando por algo que ellos consideran justo, por lo pronto, ésta mañana tomarán las calles al encabezar una marcha exigiendo el pago de sus salarios, y los justos -ciudadanos- seguiremos sufriendo las consecuencias de aquellos que no le temen al poder celestial de quien despacha en Palacio Nacional.
