Con la mecha corta
Salvador Ruíz Zambrano/Ultimátum
José Antonio Aguilar Bodegas está obligado a moderar su carácter, actuar de ahora en adelante con extra prudencia y evitar las confrontaciones estériles, si quiere contender por la gubernatura de Chiapas en el 2018.
Recomendación emitida con todo el respeto a Josean, que siempre me ha parecido un político confiable, pero se deriva de su más reciente aparición en los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales cibernéticas donde demostró que sigue siendo el hombre que se enciende fácilmente, cuando alguien o algo le disgusta.
Y vaya que sí, porque solamente bastó que el mefistofélico de Pablo Salazar Mediguchía, le picara tantito la cresta e inmediatamente cayera en su juego de provocación dirigida con toda la mala fe hacia el tapachulteco, que hay que decirlo, de entrada debió razonar con mayor serenidad sus argumentos, para poner en su justa dimensión a este encantador de serpientes de la política chiapaneca, a la que se trepó engañando a todos.
Surtió el efecto propuesto el dardo venenoso lanzado al actual secretario del Campo del gobierno estatal, por el resentido soyalteco que nunca debió ser gobernador de 2000-2006, y antes sí, en cambio reo de “Cerro Hueco”, por haber incurrido flagrantemente en delitos de orden penal al ostentarse como abogado y ocupar la Sub Procuraduría de Justicia Estatal, sin haber siquiera cruzado la mitad de la carrera de licenciado en derecho y hacer uso de un titulo inventado y una cédula profesional ajena.
No debe olvidarse Aguilar Bodegas que con este tipo de arranques emocionales afecta la buena imagen que ha logrado como profesional en las tareas que ha desempeñado, y por un error de cálculo se pueden perder de un momento a otro.
A mi me sigue quedando más claro que el agua, que el veterano político costeño es sin duda uno de los rivales fuertes en la contienda previa que se intensificará aún más después de la Asamblea Nacional del PRI, por que ya está desencadenado y el fin de año se acrecentará, y a principios del siguiente año será de pronósticos reservados, donde el electorado chiapaneco designará en las urnas al sucesor de Manuel Velasco.
A diferencia de Luis Armando Melgar Bravo, del Verde, quien se ve próximamente súbdito del “Peje”, posición que disputa con el vapuleado perredista Rutilio Escandón Cadenas, que por cierto está preparando sus moletas para emigrar de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Chiapas.
Las palabras deben meditarse antes de externarlas, y eso no lo recordó el ex líder del priísmo estatal, cuando de manera poco prudente dijo que sino es postulado por el tricolor tocará otras puertas.
Error en el lenguaje político y de interpretación, pues todavía no se definen las cosas en el Revolucionario y ya hablan de migrar, olvidando también que eso hicieron exactamente Pablo Salazar Mendiguchía y Juan Sabines Guerrero, pero por otro tipo de intereses, claro, propios y ajenos.
No debe olvidar, por lo pronto que la diligencia nacional del PRI está evaluando su decisión final y en ella tiene ya mucho peso la mala experiencia de continuar con la llegada de gente joven e inexperta al poder en Chiapas.
Por ello, yo me pregunto: quién aconseja al ex senador de la Republica, ex alcalde de Tapachula y ex diputado local y federal, para que se adelante tan desafortunadamente a los tiempos políticos, justo en los momento que dentro del grupo de aspirantes es de los que está en mejor posición.
En los mentideros políticos se imaginan quién es, y la verdad que no es de ahora si no desde hace mucho tiempo que lo tiene muy de cerca y son de los que le hablan al oído, dicen que ha quedado demostrado que este desliz basado a dado y sigue dando mucho de qué hablar para bien y para mal.
Mala experiencia, y por lo mismo, buen momento para sanear el espacio y evitar más torpezas y errores en el camino.
Pablo logró en cuestión de pocas horas, lo que no había obtenido en los últimos meses y años al tener la respuesta emocional de Aguilar Bodegas, y con ella los reflectores gratuitos que no alcanzó por más millones que gastó con sus peroratas para resurgir al igual que hace 17 años, “como la esperanza de cambió para los chiapanecos”
Y mire usted, lo que José Antonio le dijo a Pablo en una respuesta tiene toda la razón, pero insisto, se olvidó de que en política la mecha de la carga explosiva debe de estar lo más larga posible, precisamente para no caer en provocaciones de quien ya no tiene mucho que perder, por ser un personaje desprestigiado por sus instintos animales llenos de traumas, ponzoñas y resentimiento, resentimiento social que afloran en que los chiapanecos tuvieron la desgracia de tenerlo como gobernador.
Y de que Pablo es un “chaquetero” y oportunista, lo es. De que también carece de escrúpulos, sin duda. Hay pruebas de que es un manipulador y violador de la ley.
Pablo, mal amigo con los que le tendieron la mano cuando estaba en desgracia como el caso de Tito Rubín Cruz, con quien Pablo y sus hermanos acudieron para pedirle interviniera con el entonces gobernador Patrocinio Gonzales Blanco Garrido para solicitar clemencia porque era inminente su encarcelamiento porque había un problema de 4 millones de pesos, de aquellos, de la época que Pablo no podía justificar cuando manejaba al equipo de futbol estudiantes de Chiapas. Tito Rubín fue recibido por Patrocinio, previamente la solicitud de audiencia con la secretaria Rosa Pico… Patrocinio, AL VER A TITO EN AUDIENCIA LE INQUIRIÓ “ ¿Qué quieres? “ y Rubín contestó: su benevolencia hacia Pablo Salazar para que pueda “justificar” esos recursos; entonces de qué cualidad y calidad moral habla Pablo, si destrozó las familias de “sus amigos”.
José Antonio está en la ruta correcta y con los tiempos muy cortos pero hay definición y rumbo.
El desenlace pronto lo sabremos, y viviremos para contarlo en este mismo espacio en su tiempo y forma.
Pasando otras cosas les diremos que quien pronto tendrá que hacer maletas rumbo a lo desconocido será el de Pichucalco, Francisco Javier Zorrilla, quien ha enterrado la Secretaría del Trabajo, por lo pronto aseguran trabajadores que están siendo corridos despedidos sin una previa la indemnización correspondiente.
El alcalde tuxtleco Castellanos Cal y Mayor tendrá que responder a una demanda penal que preparan tuxtlecos que fueron afectados en su patrimonio, versará en los delitos de abuso de autoridad y robo, incluso con sus “funcionarios” del jurídico y eso es todo por hoy sino que se demuestre lo contario.
