Los espermatozoides, al entrar en contacto con la vagina, contribuyen a la creación de vínculos.
Durante las relaciones sexuales se liberan endorfinas que producen sensación de euforia y de bienestar, estas desencadenan la sensación de gusto por estar con el otro. Además, la oxitocina crea vínculos y deseos de pertenencia.
Pero si eso no les parecía poco, los espermatozoides tienen gran cantidad de testosterona que al entrar en contacto con la vagina producen una sensación de apego.
Por supuesto, el apego es importante para el proceso químico de enamoramiento. Esta podría ser la razón por la que después de un encuentro sexual no protegido, la atracción hacia el otro inicie aun cuando no exista ningún vínculo emocional.
Por SDPnoticias