Gaspar Romero/Ultimátum
El Separatismo
La historia del movimiento separatista de la región del Soconusco del resto del territorio chiapaneco ha empezado a cobrar auge, sin embargo, sólo encuentran oídos sordos de la cúpula política.
Si bien se ha dicho mucho, la relevancia es que las condiciones del estado no son iguales a las de hace seis décadas. El desarrollo económico de la región del Soconusco es incomparable a la de otras regiones del estado de Chiapas. La riqueza agropecuaria es infinita, la riqueza hídrica es alta y ya no se diga en otros aspectos. Pero debido a la mala planeación de los gobiernos se ha perdido gran parte de los cultivos, como el cacao y el café, con plantaciones que hoy se encuentran contaminadas. Han invadido las tierras con la palma africana, que si bien deja grandes dividendos a los productores, la repercusión ambiental por el manejo del cultivo es alta.
En la actualidad, el cultivo de la palma de aceite está asociado a graves problemas sociales y ambientales, que no son causados por el árbol en sí mismo, sino por el modo en el que está siendo implantado.
En este sentido, el boom del aceite de palma a gran escala tiene serias repercusiones sobre los bosques tropicales, sus habitantes y su biodiversidad.
Efectos tales como: la tala de bosques, envenenamiento de suelos, agua y aire por medio de venenos agrícolas, así como conflictos de tierra y empobrecimiento de las poblaciones afectadas son algunas de las consecuencias. Las plantaciones de palma también afectan a la tierra provocando una sequía excesiva.
Sin embargo, el problema en el sentimiento separatista no es precisamente el cultivo de la palma africana, sino el abandono real que por años han sufrido los habitantes de la región del Soconusco y porque además, nunca un ciudadano de la Costa ha podido ser gobernador de Chiapas.
Pareciera que no, pero el cacicazgo político lo mantienen políticos comitecos, coletos e incluso tuxtlecos, y no se le ha permitido a ningún costeño agarrar las riendas de la administración. Ese sería un primer punto.
Lo segundo es el olvido, pese a la riqueza como ya mencionamos, hay excesiva pobreza. Las tierras están siendo arrebatadas por organizaciones campesinas que han sembrado sus huestes en esa región y que llegan por consigna política a “robarles los ranchos” a los pequeños propietarios, incluso parcelas de 10 o 5 hectáreas se les arrebata para luego volverlas ociosas, porque por desgracia ante la falta de un documento esos campesinos no pueden recibir recursos desde la Secam, la Sagarpa e incluso de la SEDATU para cultivarlas.
También hay que mencionar que poco a poco, los pueblos se han ido muriendo, porque los alcaldes sólo llegan a rellenar sus bolsas con dinero público y no se preocupan por realizar obras que permitan avanzar en la modernidad y tampoco promueven la inversión privada, por el contrario, lo que han hecho es porque los apoyaron en campaña y no les importan que se violenten los derechos laborales. Ahora bien, pese a trabajar bien las tierras muchos campesinos tienen que emigrar a los Estados Unidos o buscar trabajos en otros estados, porque no hay apoyos financieros.
Hay que mencionar que en la región del Soconusco se produce la mayor parte de productos que se consumen en el estado, e incluso cultivos de exportación que van a Estados Unidos y Canadá, y en algunos casos a Europa y Asia.
Paralelo a los cultivos, hay una riqueza de recursos naturales que hoy en día son empresas extranjeras, sobre todo canadiense y empresas de Ricardo Salinas Pliego, las que realizan la extracción de dichos minerales y en lugar de generar mano de obra bien remunerada, sólo saquean el subsuelo y empobrecen a las localidades.
Eso es verdaderamente grave y los políticos se hacen ojo de hormiga.
Otros fenómenos sociales son la prostitución y el paso de inmigrantes. En el primer punto, en lugar de regularla y erradicarla, la fortalecen, especialmente en localidades como Tapachula, donde todo ciudadano ve la prostitución, menos la autoridad en turno.
La migración ha sido el fenómeno que por años ha imperado en la región, debido a su frontera con Guatemala; son miles de personas provenientes de otros países centroamericanos que pasan y que son presa de las bandas de traficantes de humanos, pese a existir inmunidad para los llamados “sin papeles” que cruzan el territorio chiapaneco para alcanzar llegar a los Estados Unidos. Sin duda, hacen falta muchos puntos, por eso persiste la exigencia del separatismo y la creación un estado más en la República Mexicana.