Gaspar Romero/Ultimátum
Tuxtla Abandonada
Desde el primero de octubre del 2015, cuando Fernando Castellanos Cal y Mayor asumió el poder como presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, lo único que ha hecho es perder el tiempo como autoridad.
No puso en marcha su plan de pavimentar una calle por día, tampoco puso en el banquillo de los acusados a la empresa Proactiva y menos ha logrado disminuir los índices de la galopante delincuencia en la capital.
Por el contrario se ha dedicado a “futurear” para el 2018; a mandar de vacaciones al personal a su cargo sin derecho a sueldos y amenazar con despidos masivos si éstos reclaman sus derechos.
Lo grave, es que cada día la ciudad se mantiene en el rezago y acciones fundamentales no Se le ven al edil, pese a su obligación de gobernar.
Fernando Castellanos Cal y Mayor, de manejar un “vocho” todo viejo, hoy maneja un vehículo blindado y lleno de guaruras. Antes iba y comía tacos de la esquina, ahora sólo come en restaurantes de lujo.
A las colonias llega fuertemente custodiado y con un acarreo desmedido de personas como si se tratara de un artista de Televisa. Mantiene una vigilancia a la redonda como si tuviera miedo. Miedo a quién?
Si un ciudadano común y corriente llega a buscar al alcalde, a la primera autoridad, a la que tiene que acudir para que le resuelvan y tener la certeza de que va encontrar una respuesta positiva en asuntos como la falta de agua, alumbrado, inseguridad, problemas de basura, Fernando Castellanos Cal y Mayor nunca está en sus oficinas. Es por ello que la gente ya no llega a los jueves ciudadanos, porque son engañados.
Sorprende la nueva forma de gobernar de Fernando castellanos Cal y Mayor, y digo sorprende porque nunca en la historia de Tuxtla Gutiérrez había existido un autoridad más alejada del pueblo que lo llevó al poder.
Es obvio, el edil no ganó la presidencia municipal en el 2015, y logró su capricho con el apoyo de sus amigos, pero no de la gente. Utilizó sus estrategias “mapacheras” para que la gente votara por él.
Hoy en día no le importa la ciudad, ya que desde la comuna busca brincar a ser el candidato al gobierno de Chiapas, aunque no sepa mandar, mucho menos administrar bien los recursos que cada tuxtleco aporta a la comuna con el pago de sus impuestos.
Incluso, hoy en día, pese a no pavimentar una calle por día su gobierno se ha dedicado a arrebatar propiedades bajo el pretexto de que no han pagado el impuesto predial y no le importa si la persona es un adulto mayor que no percibe un salario o si se trata de una familia, cuyo padre fue despedido de su trabajo ante la crisis económica.
Sin embargo, lo que hace el presidente municipal es promocionarse en todo el estado de Chiapas, con acciones ficticias que nunca ha llevado a cabo.
Su ambición desmedida es tal que no le importa gastar recursos para que su imagen esté presente en los 122 municipios. Lo que no dice es que no ha servido como presidente municipal de Tuxtla. Sólo se ganó “la rifa del tigre”.
Incluso, su gobierno se ha catalogado por no tener visión ni misión. Es por ello que los errores son garrafales y se notan, y por lo tanto camina en las colonias lleno de guaruras.
El pasado 10 de agosto el Instituto de Elecciones y Participación emitió una serie de medidas cautelares ante los distintos actos de campaña adelantados, el IEPC le ordenó a Fernando Castellanos suspender su propaganda, debido a que hace promoción a su imagen personal.
Además de Fernando Castellanos Cal y Mayor, el IEPC exigió lo mismo a tres diputados locales más.
Por si fuera poco, ayer el alcalde de Tuxtla Gutiérrez reinauguró dos estacionamientos públicos, ambos están concesionados a la iniciativa privada y les puso aire acondicionado, según el boletín difundido a los medios de comunicación. Lo que no precisa el boletín es si al estacionamiento subterráneo del centro de Tuxtla Gutiérrez le instalaron expulsores de aire, para evitar la acumulación de bióxido de carbono generado por los vehículos.
Es así como Fernando Castellanos Cal y Mayor gobierna la capital de todos los chiapanecos. Debe recordar que no son los tiempos de Juan Sabines Guerrero, como para soñar que puede saltar a la gubernatura, son otros tiempos, el de Manuel Velasco, no el de Pablo Salazar Mendiguchía.
Femicidios
En Chiapas, matan a una mujer a la semana, es decir, cuatro al mes, de acuerdo con el reportaje del compañero periodista Héctor Estrada, donde explica que la violencia contra la mujer es una práctica que se solapa, no solo por la sociedad, sino por las propias autoridades. Lo anterior porque no existe una perspectiva de género y eso contribuye a mantener con un manto de impunidad en algunos casos que se han registrado en Chiapas.
Los municipios donde se han registrado casos de feminicidios o violencia contra la mujer son: Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, Comitán, Pijijiapan, Escuintla, San Cristóbal de las Casas, Chiapa de Corzo, Ácala, Chicomuselo, Oxchuc, Jaltenango, San André Larrainzar, La Concordia, Ocozocuautla, Suchiate, Villacorzo, Frontera Comalapa, Sabanilla, Villaflores, Tonalá, San Juan Chamula, Pnatelhó y Chenalhó.
Entre los casos hay cuatro ciudadanas extranjeras y no están tipificados como feminicidios. Sí que es grave el asunto.
