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¿Por qué algunas mujeres no tienen orgasmos?

Pueden ser cuestiones psicológicas, miedos o problemas físicos…

Miles de mujeres en todo el mundo no pueden conseguir orgasmos por más que lo intenten o las estimulen, ¿por qué?

Algunas veces la razón es psicológica pero también por temor al acto sexual o incluso por algún problema físico, por ejemplo, algún padecimiento.

Un ejemplo de ello es la vulvodinia, un dolor crónico en la vulva que hasta hace poco los médicos reconocieron como un síndrome doloroso que disminuye o desaparece el deseo sexual, que además provoca ardor y aunque es poco frecuente, puede afectar a una importante cantidad de mujeres.

Otras causas

La ginecóloga Deborah Coady, comenzó a investigar qué otras causas hay para no tener orgasmos, encontrando que los nervios de la región genital podrían ser otro motivo.

La especialista indica que estos nervios están perfectamente mapeados en los hombres, pero no en las mujeres, por lo que decidió investigar más a fondo.

“Aprendimos que, probablemente, no hay dos personas similares en lo que respecta a las ramificaciones del nervio pudendo. Y la forma en la que éste se presenta, marca la sexualidad, lo que quiere decir que áreas sensibles para algunas mujeres, no lo son para otras”, dice.

Detalla que el nervio pudendo es el más importante para tener un orgasmo, ya que conecta los genitales con los mensajes que le llegan al cerebro de toque, presión y actividad sexual.

En la investigación, descubrió que la mujer tiene diferentes cantidades de terminaciones nerviosas en cada una de las cinco zonas erógenas que son:

Clítoris

Cérvix

Ano

Perineo

Entrada de la vagina

“Esto explica por qué para algunas mujeres el área de mayor sensibilidad es el clítoris y para otras es la apertura de la vagina”, aclara.

Mujer debe estar activa

Un gran mito que la investigadora aclara, es que antes del acto sexual, las mujeres deben estar relajadas, escuchar música tranquila o hacer respiraciones profundas, sin embargo, lo más efectivo es estar activas.

“Pueden correr, ver una película de terror, subirse a una montaña rusa o ver una buena comedia. Si se ríen, se activará el sistema nervioso simpático”, dice.

Dicho sistema, señala, es el responsable de la contracción muscular involuntaria y el aumento del ritmo cardíaco y flujo sanguíneo. Cuando esto pasa, la mujer responde con mayor rapidez e intensidad al tener sexo.

Falta comprensión

Por su parte Andrew Goldstein menciona que por mucho años se ha asumido que las mujeres funcionan de la misma manera que los hombres en el sexo, lo que es un error que se da por la falta de comprensión entre el cuerpo y la sexualidad femenina.

“A los problemas sexuales femeninos se les da menos importancia que a los masculinos. Hay una doble moral. Cuando el hombre tiene alguna disfunción sexual es obvio, pero si le ocurre a las mujeres, se estigmatiza. Se les dice que todo está en su cabeza”, menciona.

Según Cindy Meston, esta es una de las razones por las que es difícil financiar la investigación sobre el placer sexual femenino además de que no se considera un problema social y se tiene una visión puritana que desaprueba el tema en la comunidad médica.

“Hay muchos críticos conservadores que no quieren que fondos federales se destinen a investigaciones sexuales, por lo que tenemos que ser creativos. Me dijeron que podía hablar de bienestar o satisfacción marital, pero no de sexo, de excitación o de orgasmo como objetivo final de investigación”, concluye.

(Con información de BBC)

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