En Tapachula se canceló el número gratuito 116; ahora los servicios son atendidos sectorizadamente por el 911
Yolanda López Ordaz/Ultimátum
Tapachula
El Cuerpo de Bomberos de Tapachula canceló su número gratuito 116, el cual se había puesto a disposición de la población para marcar desde su celular en caso de una emergencia, debido a que diariamente recibían casi mil llamadas falsas, propiciando gastos en demasía para esa agrupación.
Pascual Andrés Luna Aceituno, comandante en jefe del Cuerpo de Bomberos, explicó a Ultimátum que con el propósito de tener una comunicación directa entre la sociedad y los bomberos, habían puesto a disposición dicho número; sin embargo, la irresponsabilidad en el uso del número de emergencia, que recibía casi 200 llamadas de forma continua en un corto lapso de tiempo, propició la cancelación del mismo.
Mover a todo el equipo, representa un costo de 3 mil 500 pesos en una sola salida de emergencia, ya que se utiliza una unidad de ataque rápido, unidad de pipa, los paramédicos, lo que genera uso de combustible, sueldo de personal, desgaste de unidades de forma innecesaria en el caso de esas llamadas falsas, y es dinero que los ciudadanos dan con sus aportaciones a través del Coapatap.
Al menos unas 200 llamadas seguidas, en las cuales marcaban y colgaban, generaba un clima insostenible, pues el número de emergencia constantemente estaba ocupado. Incluso, por la noche la guardia no podía descansar aunque fueran algunos minutos, debido a que las llamadas eran constantes.
Hoy las emergencias se atienden a través del 911 y con el número telefónico de oficina 62-12065. Ante la sectorización les son transferidas las llamadas en caso de requerirlo, y de acuerdo en dónde sea el siniestro, se emplea una patrulla de proximidad para confirmar si se requiere el servicio y se movilizan. En el caso de ser falsa alarma se cancela, aunque haya avanzado un poco en su trayecto.
Por ello, Luna Aceituno hizo el llamado a la población para que no dejen sus teléfonos al alcance de los niños y si es así, les fomenten la cultura de la responsabilidad, porque marcar un número de emergencia sin requerirlo puede propiciar la desatención de un servicio que sí sea una urgencia, hasta cobrar incluso alguna vida.
