Dagoberto Zambrano / Ultimátum
TGZ
Necesario el uso de la urna electrónica para generar resultados confiables y de forma rápida en las elecciones de las autoridades locales y federales del Sistema Electoral Mexicano, consideró Francisco Javier Aparicio Castillo, investigador de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Apuntó que, es viable la instalación de centros de votación en las zonas urbanas, en lugar de instalar una casilla por cada 750 ciudadanos como ocurre actualmente, donde podrían recibir alrededor de tres mil votos en un solo lugar y registrarlos de manera inmediata.
“De algún modo, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha dado los primeros pasos en la simplificación del proceso de votación, con la aplicación móvil donde las y los aspirantes a candidatos independientes recaban el apoyo ciudadano que requieren para obtener el registro”.
Aludió entonces, que la aplicación es una pequeña urna electrónica, “donde pones tu nombre, tu apellido y eliges una opción política; estás confiando así en que el INE va a resguardar esa información con confidencialidad”, lo cual indica, de manera oblicua, a nuevas formas de procesar el voto.
Otra posible solución sería pasar del voto por uno, dos, tres y hasta cinco partidos políticos, por el del ‘palomeo’ de candidatos; para que en otro momento se decida la distribución de votos por partido, “lo cual simplificaría el escrutinio y produciría resultados más rápidos”.
Y también planteó el voto a distancia que ya se implementa en otros países, y permite ejercer el derecho al sufragio por correo, a través de internet, donde los electores sólo necesitan ingresar a un sitio “web”, identificarse y depositar su voto”.
Lo preocupante en esas tres posibilidades es que la población no confía en las herramientas tecnológicas, “y ahí de nuevo lo que nos preocuparía es cómo blindar para que no haya votos ficticios o espurios; de nuevo el ciudadano debe confiar en que el voto que envía por internet es secreto”.
Actualmente, México sigue teniendo elecciones “a papel y lápiz”, y los votos son contados por ciudadanos; a pesar de que hay más instrumentos tecnológicos al alcance, “más redes sociales, teléfonos inteligentes y mayor penetración de internet”, que ayudarían a las autoridades electorales a transmitir los resultados de una forma más oportuna, ultimó el investigador.