México busca poner fin al uso excesivo de pesticidas. El Gobierno ha decretado la prohibición de 35 plaguicidas de alto riesgo para la salud humana y el medio ambiente, en la mayor restricción de este tipo en más de tres décadas. La medida ha sido anunciada este miércoles por Julio Berdegué, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum e incluye el veto de la producción, importación, comercialización y uso de estas sustancias en todo el territorio. “Es parte de una estrategia mayor para lograr una agricultura mucho más limpia, sostenible y segura para las personas productoras, los jornaleros y los consumidores del país”, ha asegurado Berdegué durante el anuncio.
Entre los plaguicidas ahora prohibidos se encuentran el aldicarb, utilizado en caña de azúcar y cítricos y que puede permanecer en el agua destinada al consumo humano. El carbofurán, aplicado en cultivos de café, algodón y aguacate, considerado uno de los insecticidas más peligrosos del mundo, y el endosulfán —restringido en más de 50 países— con efectos graves en el desarrollo fetal y de los bebés y que se ha detectado en el ambiente y la leche materna. Las tres sustancias son cancerígenas y afectan el sistema nervioso.
Otro de los casos que ha destacado Berdegué es el del DDT, un insecticida prohibido en la mayoría de los países desde los años setenta, pero que en México se seguía utilizando. “Un caso de Ripley. Increíblemente, en México no está prohibida la producción o el uso del DDT. Quién sabe cómo eso fue posible”, ha ironizado.
La presidenta Sheinbaum ha recordado que la decisión responde a un compromiso adquirido meses atrás por su Gobierno. “Algunos de ellos estaban prohibidos en muchísimos lugares del mundo y aquí no había una prohibición. Hacen mucho daño a la salud y al medio ambiente”, ha dicho. Por su parte, el secretario ha destacado que nunca antes en la historia se había aplicado una prohibición de esta magnitud: la última restricción comparable se remonta a 1991, cuando se vetaron 21 moléculas.
Diversas instituciones han advertido en los últimos años de los impactos negativos de estos químicos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que los plaguicidas altamente peligrosos representan una amenaza directa para los humanos cuando contaminan los alimentos o el agua potable. En México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó hace dos meses una investigación que advertía que estas sustancias ponen en riesgo la supervivencia de las abejas, principales polinizadores, además de dejar huella en los ríos, lagos y mares del país.
El anuncio forma parte de una estrategia que contempla tres etapas. Esta primera lista se ampliará en el primer semestre del año próximo, y en 2027 se añadirá otra más. Al mismo tiempo, se endurecerán las regulaciones para los plaguicidas que sigan permitidos, y “se fomentará la adopción de alternativas de menor riesgo para la salud y el medio ambiente”.
La medida, ha señalado el secretario, se alinea con compromisos internacionales y la búsqueda de México de transitar hacia una agricultura moderna, sostenible y responsable. En ese camino, el país buscará limitar el uso de las sustancias que no se ajusten a ese propósito.
(Con información de El País)