California, Estados Unidos.- Una pareja residente de Murrieta, California, se salvó de morir en el tiroteo masivo en un concierto en Las Vegas el pasado 1 de octubre. Pero tan solo 15 días después, murieron de forma trágica en un accidente vehicular cerca de su casa.
El pasado 16 de octubre, Dennis Carver, de 52 años de edad, iba conduciendo el vehículo en el que viajaba con su esposa, Lorraine , de 54, por la Avenida de Arboles cuando se salió de la vía en una curva y terminó chocando contra una puerta de metal afuera del conjunto residencial donde vivían. El carro ardió en llamas y explotó con la pareja dentro, de acuerdo con el Departamento de Bomberos de Riverside.
Los bomberos necesitaron al menos una hora para apagar el fuego y poder identificar los cuerpos, para confirmar que se trataba del matrimonio Carver.
Según medios locales, los Carver habían sobrevivido casi milagrosamente a la masacre en el festival de música ‘Route 91 Harvest’, en Las Vegas, Nevada. Durante la balacera, Dennis habría saltado sobre su esposa para hacerse de escudo y protegerla de las ráfagas de disparos que provenían desde el piso 32 del Hotel y casino Mandalay Bay, desde donde el atacante acabó con la vida de 58 personas y dejó a más de 400 heridas.
Esta pareja, que estaba junta desde hacía 22 años, logró salir con vida y sin ninguna lesión de este evento, una experiencia traumática que -según su hija- hizo que ellos se unieran más durante los días posteriores.
“Luego del tiroteo, supieron de las personas que más les importan. Estaban muy felices”, aseguró Brooke Carver, la mayor de las hijas, al diario Las Vegas Review Journal. “Las últimas dos semanas de sus vidas fueron realmente invertidas en vivir el momento”.
Sin embargo, no pudieron esquivar a la muerte por segunda vez. “Juro que estaban más enamorados durante esas dos semanas que en los últimos 20 años”, dijo la joven de 20 años.
En medio de la tragedia, un pequeño detalle ha dado un rayo de esperanza a las dos hijas que deja atrás la pareja: dos semanas después del accidente en el que murieron los Carver, llegó a su casa llegó un paquete con el teléfono de su papá. En mitad del tiroteo lo perdió y el FBI se lo estaba enviando de regreso.
“Cuando lo encendimos, todas las fotos y mensajes estaban todavía ahí”, contó Brooke y aseguró que es la manera en que comprobaron que sus padres todavía están cuidándolas y mirando por ellas desde donde quiera que estén.
Por La Policiaca