El anuncio hecho por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en Chiapas, viene a dar un respiro a los pulmones del gobierno chiapaneco. Ya que se garantiza el inicio del ciclo escolar 2017-2018 en la entidad a partir del 21 de agosto del presente.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, durante una conferencia de prensa los líderes de la CNTE fueron claros al decir que iniciarán el ciclo escolar, pero si no realizan la publicación de la convocatoria para la dirigencia seccional, en octubre empezarían el paro general.
La postura de la CNTE en Chiapas, coincide con los anunciado por la sección 9 en la ciudad de México y con los estados de Michoacán y Guerrero, en tanto que la sección 22 de Oaxaca aún no ha definido su postura con relación al inicio del ciclo escolar.
En Chiapas, la sección 7 del SNTE ha concluido su periodo de liderazgo y literalmente está acéfala desde junio de este año, sin embargo, la dirigencia nacional del SNTE se ha negado a emitir la convocatoria, por razones hasta el momento no claras.
Sin embargo, lo que no se puede soslayar, es que existe un divorcio entre la Sección 7 con la dirigencia nacional del magisterio y es por ello que no han emitido la convocatoria para elegir a la dirigencia seccional en Chiapas y lo que pretende es enviar a delegado nacional, el cual de ante mano estará rebasado por los propios maestros que forman la CNTE.
El posicionamiento de los integrantes de la CNTE, a la falta de la emisión de la convocatoria es clara, por ello dijeron que sólo emplazarán el paro generalizado, y a partir de septiembre de este mismo año empezarán a llevar a cabo las evaluaciones en caso de que no emita dicha convocatoria.
De lo contrario ya han determinado como fecha el 1º de octubre el paro laboral, hasta que la dirigencia nacional encabezada por Juan Díaz de la Torre, permita tener un liderazgo legítimo para los maestros en Chiapas.
Es claro el divorcio del SNTE con los miembros de la CNTE, sin embargo, hay que mencionar que ambos grupos deben encontrar la vía adecuada para la reconciliación, de lo contrario la acción de los profesores en Chiapas se radicalizará al mantener su posición de boicot al proceso de evaluación.
Mientras tanto, hay que recordar que la Secretaría de Educación le debe cantidades millonarias por conceptos de salarios a los profesores de Chiapas, lo cual permea en el paro generalizado.
Son varios millones de pesos por conceptos de salarios que desde hace dos o tres años no ha sido pagado por la SE y eso hace que la CNTE en Chiapas no cambie su postura, a eso se le suma los constantes cambios políticos-sociales en el estado, lo que se convierte en un engranaje para enrarecer el ambiente electoral con miras al 2018.
Los maestros saben y tienen bien medido los tiempos políticos en Chiapas, no sólo les importe encontrar los canales para poder lograr la dirigencia seccional, sino también encajarse en la coyuntura político electoral y con ello mover sus tentáculos para presionar al gobierno y lograr sus propósitos.