Los analistas pronosticaron la muerte del PC. La aparición del smartphone, los portátiles y las tabletas lo hacía inútil, un trasto molesto al pasar la escoba por el suelo. Los gurús también anunciaron que las grandes marca informáticas –en su día IBM, Compaq o HP- desaparecerían engullidas por las marcas blancas chinas, que tirarían los precios.
Todos esos augurios han resultado fallidos. Y Lenovo es buena prueba de ello. Cuando nadie apostaba por este mercado, el entonces desconocido fabricante chino compró la división de PC de IBM. Y años después lo mismo hizo con Fujitsu y NEC. Esas compras y el crecimiento orgánico le han aupado al segundo puesto mundial de fabricantes solo por detrás de HP, con un 20% de cuota de mercado, frente al 20,8% de su rival, con cifras del primer trimestre de 2018 de la consultora Gartner.
Es cierto que la venta de PC y portátiles lleva seis años de caída pero frente a los que predicaban la atomización, se ha producido justamente lo contrario: la consolidación de la industria, puesto que los cuatro mayores fabricantes (HP, Lenovo, Dell y Apple) controlan el 64% de las ventas mundiales, porcentaje que se situaba en el 45% en 2011. Y el precio de los PC y no digamos de los portátiles no ha caído en picado como se predijo. Un PC para gaming puede costar entre 2.000 y 4.000 euros. Y los portátiles de la gama Yoga de Lenovo salen por 1.500 euros.
Y es que el mercado ha cambiado porque han cambiado también los clientes y sus necesidades. Alain Raison, director ejecutivo de Lenovo para EMEA, destacaba que el 50% de la fuerza laboral en 2020 serán millennials (los nacidos entre 1982 y 2004) y que uno de cada tres de esos trabajadores valoran más la flexibilidad y la movilidad a la hora de trabajar que les permite la tecnología por encima incluso del salario para aceptar un empleo.
Según sus estimaciones, realizadas durante el encuentro anual que Lenovo mantuvo este mes con socios, clientes y prensa, en La Valeta (Malta), las oficinas son cada vez más pequeñas (desde 2010 se ha reducido un 30% su espacio) y deben contar por tanto con una infraestructura tecnológica que facilite esa movilidad a los empleados. Por eso es preciso que los equipos informáticos sean cada vez más fino, más livianos y tengan más diseño, pero también más potentes y fiables.
“Hay marcas que llegan para quedarse, otras que duran unos años, y otras que a pesar de llevar muchas décadas empiezan a sentirse sobrepasadas por otras más pequeñas. La innovación es clave y los usuarios son cada día más exigentes. Desde Lenovo tenemos la capacidad de trabajar cada día en nuevos productos. Y además tenemos nuestra marca ThinkPad que lleva más de 25 años liderando el mercado. El mercado de PC sigue evolucionando a pesar de que hace años que se lleva hablando de su caída”, destaca Alberto Ruano, director general de Lenovo Iberia
Para su cuarto trimestre fiscal (que concluyó en marzo pasado), Lenovo ha registrado a nivel mundial unos ingresos de 10.600 millones dólares, un 11% de crecimiento respecto al año anterior, lo que ha supuesto por primera vez en 10 trimestres un crecimiento de doble dígito. Para todo el año fiscal, los ingresos totales de la compañía han superado los 45.300 millones de dólares, lo que supone un crecimiento del 5% respecto al año completo anterior.
Desafío en España
Lenovo tiene planes aún más ambiciosos para España, donde se ha propuesto alcanzar el liderazgo en la venta de ordenadores este mismo año, desplazando a su archirrival HP. Su plan pasa por crecer el 20% en grandes cuentas y en el canal de distribución, y aumentar un 15% en el área de consumo. La filial española ya ha demostrado que puede conseguirlo ya que sus ventas de PC han crecido en torno al 40% (1,2 millones de unidades) en el último año.
“Nuestro objetivo sigue siendo ocupar el número uno del mercado pero, como hemos dicho en numerosas ocasiones, no lo queremos conseguir a base de bajar precios, sino de forma natural, sin canibalizar el mercado. Queremos crecer en todos los ámbitos, tanto a nivel de ventas como de personal. Tiene que ser un crecimiento sostenible que permita que el capital humano de la empresa crezca a la misma vez que lo hace el portfolio de productos y el volumen de ventas”, avisa Ruano.
El único punto débil del gigante chino son los móviles. Lenovo adquirió y relanzó Motorola pero la marca no acaba de cuajar entre los consumidores. No obstante, el responsable de España, defiende que en nuestro mercado nacional, las ventas de smartphones van mejor: “El consumidor ha dicho de nuevo “Hello Moto!”a una de las marcas más recordadas del sector de la telefonía y la tecnología. Según datos de Ideas Originales, nuestra agencia local de investigación, cerramos 2017 con una cuota del 3,6%, unos datos muy positivos teniendo en cuenta que comenzamos el año con un 1,9%. Todo ello, en un mercado decreciente. Durante 2017, solo ha habido dos fabricantes que hayan terminado el año con crecimiento en ventas respecto a 2016 y es un honor para nosotros decir que Motorola es uno de ellos”.
Las tabletas también han sufrido una ralentización en los últimos años. “No creo que estén en declive definitivo. Hay numerosos sectores que cada vez demandan más tabletas, como es el caso de la Educación, o en el mercado de consumo”, apunta Ruano.
Lenovo también quiere estar presente en el mundo de la supercomputadoras. La adquisición de la división de servidores x86 de IBM en 2014 fue un movimiento arriesgado que ya está dando sus frutos. “En 2011 Lenovo no tenía ningún supercomputador en el ranking Top500. En 2017, 97 de ellos contaban con nuestra infraestructura”, apunta Ángel Ruiz, director de Lenovo Data Center Group para España y Portugal.