Alguien tiene que poner un alto en la cabecera municipal de San Cristóbal de Las Casas, donde no sólo es asolada por la delincuencia y por el ambulantaje en el centro histórico, sino también por la devastación forestal que se observa desde que uno ingresa a la gélida ciudad colonial, todo bajo la complicidad de los alcaldes.
A la fecha no existe cuantificación del numero de metros cúbicos extraídos de material pétreo y que pone en riesgo a la ciudadanía por posibles deslaves en temporada de lluvias.
Si bien en la parte baja no hay peligro, en la zona alta del cerro sí. Hay miles de viviendas construidas a pesar de ser considerada una zona de alto riesgo. Incluso, no hay una señalización para impedir que la mancha urbana siga llegando hasta la zona de peligro y evitar consecuencias lamentables.
Lo que si se puede asegurar es que es un gran negocio, la extracción de arena y que por muchos años se ha permitido y hoy representa un grave daño para el ecosistema de la zona y que los fenómenos del cambio climático pueden pegarle a San Cristóbal de las Casas, si la devastación no se detiene.
Muy poco queda de lo que eran la zona de humedales, ya no se ven los potreros sembrados de girasoles, a partir de que se permitió el crecimiento a la mancha urbana y al traspasar esa barrera. Lo mismo sucede con la zona de “Sal Si Puedes”, la mancha urbana ya la está rebasando y ningún gobierno local se ocupa de la problemática.
Por el contrario, se deja que se continúe con la extracción y mantienen los ojos cerrados. De hecho, ya está rodeado de colonias y asentamientos irregulares que se dieron durante el gobierno municipal de Mariano Díaz Ochoa, desde entonces han pasado otros alcaldes y nadie ha hecho nada.
En la zona se han perdido más de 15 mil hectáreas de bosques, una zona que hubiera servido como un pulmón ecológico para los “coletos”, pero la complicidad de las autoridades permite que 600 camiones sigan saliendo cargados con arena, para diversos destinos.
El actual alcalde, Marco Cancino, no se preocupa por el daño ambiental, pese a haber llegado al poder encabezando un partido ecologista. Es grave la situación sino hay un alto a tiempo; San Cristóbal de Las Casas perderá su zona más importante en términos de ecología.
Los de la explotación de bancos de arena y grava en San Cristóbal de Las Casas han provocado también que su conformación geológica quede expuesta, ocasionando procesos graves de erosión.
Algunas de las áreas aledañas a los bancos de arena han sido ocupadas por asentamientos humanos irregulares, pese a ser una zonas de alto riesgo, debido a que colindan con taludes de gran altura e inestables.
En esas zonas no sólo se ha deforestado totalmente el territorio y eliminado la capa superficial del suelo, sino que la propia naturaleza de la actividad minera ha generado cavidades profundas por la extracción del material pétreo, provocando también deterioro de la imagen urbana y una demanda ciudadana de la cancelación de esta actividad.
Sin embargo, sólo han tenido oídos sordos para los estudiosos sobre mecánica de suelo y activistas pro medio ambiente. El alcalde Marco Cancino no escucha a nadie en ese sentido, sólo se preocupa de su futuro.