Amado Ríos Valdez/Delegado Federal de la SEMARNAT en Chiapas
La problemática de los recursos naturales y la contaminación en Chiapas tiene diversas causas, complejas y multifactoriales, la simplificación no ayuda a entenderlas y menos aún a combatirlas con posibilidades reales de éxito.
Desde mi punto de vista y mi experiencia, los principales retos ambientales en Chiapas son:
La generación y disposición final de los residuos (la basura)
La descarga y tratamiento de las aguas residuales
La captura y comercio ilegal de animales y plantas en peligro de extinción.
La tala y comercio ilegal de madera.
La erosión de los suelos producto de la deforestación y la sobre explotación.
La contaminación de las aguas y suelos con pesticidas y agroquímicos.
La invasión de las áreas naturales protegidas.
La escasa educación y cultura ambiental.
La contaminación de ríos, arroyos, lagos y esteros.
El desarrollo urbano desordenado.
Estos temas los trataré en las siguientes entregas (si el muy amable Diario Ultimátum me lo permite). En esta oportunidad desarrollaré el tema de los residuos sólidos, conocido popularmente como basura.
En Chiapas se producen anualmente 1.5 millones de toneladas de residuos sólidos aproximadamente, esto equivale a casi 3,625 toneladas diarias. El crecimiento ha sido exponencial, y va de la mano con el crecimiento de la población y el económico. En el año 2000, Chiapas reportó la generación de 909 mil toneladas anuales de residuos sólidos. Esto implica que en los últimos 17 años la generación de residuos sólidos se incrementó en un 60%. En Chiapas vivían en el año 2000 casi 3.92 millones de habitantes, sin embargo en el conteo de población del INEGI del 2015 se informa que existen 5.2 millones de habitantes, esto es un crecimiento poblacional de 32 %. Visto de otro modo, en el año 2000 cada habitante de Chiapas producía 231 kilogramos de residuos al año, mientras que en el 2015 cada habitante producía 288 kilos.
Ahora bien, al tratarse Chiapas de un estado con una economía básicamente rural, sus desechos generados son en su mayoría orgánicos, en un segundo lugar están los restos de envolturas como vidrio, cartón, papel, aluminio, entre otros y finalmente los residuos de manejo especial y por último los residuos peligrosos.
La disposición final de los residuos sólidos en Chiapas es uno de sus mayores problemas y retos. En el año 2012 se reportaron 6 rellenos sanitarios (Fuente: Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales, SEMARNAT, 2017). En la actual administración, gracias a la gestión del Gobierno del estado y al financiamiento del Gobierno Federal, se construyeron 6 rellenos sanitarios más, con lo que se llegó a un total de 12. Estos rellenos sanitarios tienen una capacidad nominal de contener el 40% del total de desechos generados en el Estado, el resto se arroja a basureros a cielo abierto o a sitios no controlados o ilegales. Pero aun los rellenos sanitarios construidos operan muy por debajo de su capacidad y con severos problemas en los temas de la separación, la reutilización y el manejo correcto de sus lixiviados.
La gran mayoría de los residuos sólidos que se producen en el estado no tienen un manejo adecuado y municipios grandes y con gran generación de residuos no tienen siquiera un relleno sanitario. La problemática ambiental más crítica en Chiapas es que la mayoría de los residuos no tienen manejo alguno y están produciendo todos los días grandes cantidades de contaminantes al suelo, arroyos y ríos del estado.
Los residuos al descomponerse al aire libre producen diversos agentes contaminantes: la materia orgánica en descomposición produce biogás, fundamentalmente CO2 (Bióxido de Carbono) y CH4 (Metano), gases que son promotores del calentamiento global ( se les conoce a estos y otros gases como gases de efecto invernadero). Los lixiviados se producen al generarse líquidos de la descomposición de los residuos y al tratarse de una fase líquida puede fácilmente mezclarse con agua de lluvia y escurrir hacia cuerpos de agua como arroyos y ríos o bien infiltraste al subsuelo, contaminando las aguas subterráneas. En un relleno sanitario con un buen manejo y con adecuadas prácticas ambientales, los lixiviados se controlan al evitar que se infiltren al subsuelo y con procesos físicos o químicos pueden volverse inocuos. En sentido contrario, un relleno sanitario mal manejado y descontrolado va a generar lixiviados que contaminan los suelos, arroyos y ríos vecinos, para no hablar de la alta generación de gases de efecto invernadero, contaminación que puede convertirse en un serio problema de salud pública.
Construir un relleno sanitario es muy caro y no es la solución al manejo de los residuos sólidos, antes bien, como vimos anteriormente, pueden ocasionar problemas de contaminación aun mayores cuando no existe un buen manejo. La clave está en la reducción de los residuos y la reutilización y reciclaje de los mismos. Un relleno sanitario no es más que un depósito que tiene una vida útil muy pequeña (que puede ir de 10 a 30 años dependiendo de su buen manejo), es una alternativa temporal, pero tarde o temprano terminará su vida útil y habrá que tener otras soluciones a la mano.
Aquí es donde entramos todos, ciudadanos, sociedad civil, gobiernos. Todos podemos participar en la reducción de la generación de residuos, reparar antes de tirar, reutilizar lo que tenga todavía otra posibilidad de uso o bien donarlo para que otras personas puedan darle un uso, reutilizando envases de vidrio, eliminando el uso de envases de aluminio, cartón, plástico y particularmente el unicel. En una reunión o una fiesta, en lugar de utilizar desechables usar los utensilios y vajilla de vidrio o cerámica que tienen una muy larga vida útil. No adquirir bolsas de plástico en la tienda o supermercado, los plásticos se han convertido en un grave problema de contaminación en todo el mundo.
Desde el Gobierno debemos trabajar en las alternativas que disminuyan y reciclen los residuos. No podemos seguir invirtiendo en rellenos sanitarios, debemos promover las empresas recicladoras, las plantas de reutilización o revalorización de los residuos, las plantas que reutilicen el biogás (para generar energía eléctrica), las alternativas tecnológicas ya existen, diversos ejemplos de estas ya se están aplicando en México y en otros países. Debemos promover las compras verdes, reducir el consumo de papel, cartón, plásticos y unicel (entre otros consumibles en las oficinas), invertir en programas de concienciación ambiental a toda la población, en Chiapas es muy importante que estos programas se traduzcan a las diferentes lenguas que se hablan en el estado.
Si bien la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el Artículo 115, le otorga a los Municipios y a las autoridades municipales las atribuciones para (Fracción III, inciso c): “la limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos.”; todos podemos y debemos colaborar para que los residuos dejen de ser un problema y se conviertan en una alternativa económica y de inversión para nuestros habitantes.