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¿Hacia dónde camina el ordenador personal?

Portátiles de dos pantallas, ordenadores con 5G y funciones de nuevo cuño como el reconocimiento de voz aspiran a traer aire fresco al ordenador personal. Todas estas propuestas se han podido ver en la feria tecnológica Computex 2018, celebrada en Taipei, capital de Taiwán.

Está claro que el ordenador personal pelea por reinventarse. En los últimos años el smartphone y las tabletas le han ganado terreno. Hoy los hábitos han cambiado. El móvil se maneja desde el sofá, la cocina o el baño, mientras el portátil languidece en un rincón de la casa.

En el trabajo sigue siendo imprescindible como herramienta de productividad, pero los fabricantes exploran oportunidades para estimular el mercado de consumo. Para Microsoft, en el centro de todas las iniciativas gracias a Windows, la clave está en las nuevas funcionalidades. “Los usuarios quieren diseños modernos, experiencias modernas y rendimientos modernos”, relata Paul Donovan, vicepresidente de dispositivos de la compañía. “Quieren nuevas funcionalidades para Windows 10, como lápices electrónicos o reconocimiento de voz”.

Donovan acompaña el argumento de la funcionalidad con los formatos más allá del portátil –entendido como una pantalla unida a un teclado– que ya llevan tiempo a la venta: “En el diseño importa el factor de forma. En este último trimestre, por primera vez los convertibles, los portátiles ultrafinos y los all-in-one, los nuevos factores de forma, han eclipsado el ritmo de crecimiento de los ordenadores de sobremesa y de los portátiles”.

Sin embargo, pronto llegarán otros factores de forma, como quedó claro duante la presentación de Intel en la Computex. La compañía anunció que el próximo año habrá ordenadores 5G, pero también mostró el nuevo Yoga Book 2. Este portátil de Lenovo tiene dos pantallas en lugar de teclado físico y se estrenará en los próximos meses. No es el único de su especie. ASUS también ha enseñado las lindezas de su Project Precog, el prototipo con dos pantallas en el que trabaja el fabricante, que además ha integrado inteligencia artificial en el dispositivo. Este aprenderá sobre el comportamiento del usuario para proporcionarle una experiencia de uso más cómoda.

Pero de momento la apuesta comercial de la firma taiwanesa es más conservadora, aunque no exenta de un toque diferenciador. Su nuevo Asus ZenBook Pro sustituye el habitual trackpad de los portátiles por una pequeña pantalla. “Decidimos crear el ‘ScreenPad’, para que se puedan controlar diferentes tareas en pantallas diferentes al mismo tiempo”, explica Max Fu, director de proyectos en Asus. “La pantalla del portátil es de 15 o 14 pulgadas y hay gente que le gustaría usar esta pantalla pequeña para hacer otras cosas al mismo tiempo”.

Dice Fu que se gana en comodidad y multitarea, tanto para trabajar como para usuarios de consumo. “Puedes escuchar o ver un vídeo en la pantalla pequeña mientras trabajas en la principal”, expone, reproduciendo un videoclip con YouTube en la pequeña pantalla. Este versátil trackpad también se puede usar como calculadora, permite consultar el calendario o tener accesos rápidos a Chrome, a Excel o a Word, entre otras aplicaciones.

La innovación a veces es deslumbrante, pero, ¿sirve para convencer a los consumidores? El optimismo por los nuevos diseños y funcionalidades contrasta con las cifras, que de momento no terminan de remontar. Tras un largo desplome, iniciado en 2012, las ventas globales de ordenadores aún cayeron un 0,2% en 2017, según la consultora IDC. La otra firma especializada que mide el mercado, Gartner, dio una cifra peor: un descenso del 2,8%.

Steven Xu, director comercial internacional de Hasee, un fabricante chino alejado de la palestra mediática, habla con su propia franqueza de la situación: “Alguna gente ni siquiera necesita un portátil en casa. Y esto es un reto para todos los fabricantes de PC”.

Hasee fabrica en China, pero también produce ordenadores para otras marcas, de países de África y Latinoamérica (como Positivo BGH, en Argentina). De 2006 a 2010 fueron los años dorados, según Xu. A partir de ahí, la crisis se encadenó con la llegada de los smartphones y ambas hicieron caer la demanda de ordenadores.

El PC ha intentado renovarse en varias ocasiones durante los últimos años. En opinión de Xu, que sobre todo habla desde su conocimiento del mercado chino, los esfuerzos han sido vanos. “Como el mercado del PC estaba bajando, Intel quería promocionar los portátiles ‘2 en 1’, tableta y portátil. Ellos esperaban que los ‘2 en 1’ fueran un revulsivo, pero en mi opinión han sido un fracaso por ahora”, sentencia sin paliativos.

Después llegó el miniPC, cajas pequeñas, que se conectan a una pantalla para funcionar. “Para el mercado de consumo no hay ninguna necesidad de ellos”, prosigue Xu con su inclemencia. “Cuando lo promocionaron dijeron que el miniPC era asequible y tan portable que se podía conectar al televisor o a un monitor. Pero aun así la gente no lo compraba”.

Un PC para cada perfil de usuario

La salida que les queda a los fabricantes es buscar la especialización máxima. Lo machaca Max Fu, de Asus, con una frase: “Tenemos diferente público para cada serie de Asus”. Señala que la gente usa los móviles y tabletas para el entretenimiento o para un uso ligero, así que hay que afinar el tiro con los portátiles. Tienen que estar dirigidos a un público concreto. Una de las gamas de la compañía, por ejemplo, apunta a los estudiantes.

Aunque el público más importante son los (muy) aficionados a los videojuegos. “Vimos que el mercado gamer estaba creciendo mucho, así que nos involucramos, porque tenemos experiencia en el mercado del PC. Y el mercado gamer no deja de ser PC”, comenta Fu. La especialización de Asus es tal que ha creado una marca solo para gaming: ROG. En la Computex tiene su propio stand, que rivaliza en tamaño con el de la marca principal.

En Microsoft están de acuerdo con esta diferenciación por especialidades: “Por ejemplo, los portátiles ultrafinos son muy populares entre los millenials, porque quieren algo elegante. Es la generación Macbook”, apunta Donovan, aunque enseguida subraya que un dispositivo de Windows hace mucho más que un Mac.

Para el futuro Donovan confía en la conectividad: “Nosotros lo llamamos un PC siempre conectado y estamos haciendo un enorme trabajo con Intel y Qualcomm”. La idea es que el ordenador esté conectado como el smartphone o como puede estarlo una tableta, sin necesidad de WiFi.

Xu, cuya compañía también se ha especializado en gaming, tiene su apuesta particular: ordenadores en la nube o ‘cloud computers’. “Los ordenadores ahora tienen una configuración de altas prestaciones. Cuando hablamos de la nube significa tener una configuración de muy bajas prestaciones, pero que el PC se conecte con un servidor”. Según Xu, los ordenadores obtendrían la potencia y la velocidad del servidor: “Podrían hacer cualquier cosa, como jugar a videojuegos. En realidad esto se haría en el servidor”, remata. Después de todo, quizá el futuro de los ordenadores no esté en el propio dispositivo sino fuera de este.

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