Las posibilidades para que Andrés Manuel López Obrador se convierta en Presidente de la República ya no parecen lejanas, debido a que se ha posicionado como el abanderado de la lucha en contra de la corrupción extendida en México, que lo hace el aliado del pueblo que está cansado de tener a tantos nuevos ricos, pocas oportunidades de empleo, salarios miserables y pocas posibilidades de mejorar sus condiciones de vida.
Es por todo eso que en los estados donde habrá elecciones para la gubernatura en el 2018, los políticos se pelean por ser los abanderados de Morena, que finalmente utilizará el método de la encuesta y los acuerdos de unidad, para elegir a sus candidatos a gubernaturas, diputaciones locales, federales y hasta para presidentes municipales, pues lo que le interesa es no generar divisiones y conseguir los votos que le garanticen lograr su tan ansiado sueño.
En Chiapas será la encuesta como se definirá al candidato, pero de manera perversa se coloca a tres militantes de este partido en la lista y se deja la puerta abierta a dos aspirantes externos. El líder estatal del instituto político, Oscar Gurría; Zoé Robledo, senador de la República; Rutilio Escandón Cadenas, titular del Poder Judicial estatal; ellos lograron su pase directo a la encuesta, al estar entre los tres más votados durante el consejo, pero no tienen nada seguro cuando de inmediato circularon los nombres de Luis armando Melgar, senador de la República por el Partido Verde Ecologista de México y José Antonio Aguilar Bodegas, secretario del Campo, como los externos.
La asamblea realizada el domingo abrió la puerta para que los tres ya con pase directo hagan campaña disfrazada de “agradecimiento” a los consejeros, lo cierto es que buscarán afianzarse para posicionarse en la encuesta y alcanzar la anhelada candidatura de la mano de AMLO, que sigue encabezando las encuestas con sus promesas de acabar con la corrupción, eliminar la “mafia del poder”, proporcionar mejores pensiones de jubilación a las personas mayores, recortar los salarios inflados de los funcionarios gubernamentales, crear empleos e implementar un amplio programa de infraestructura.
AMLO promete un “verdadero cambio” en México y este tercer intento para ganar la Presidencia de la República se le auguran muchas posibilidades, derivado de que los candidatos de otros partidos que se han destapado son reprobados por los ciudadanos y el gobierno en el poder ha sido descalificado con frecuencia por los escándalos de corrupción, la deteriorada economía y la creciente inseguridad, siendo finalmente el mejor aliado para que López Obrador crezca entre las preferencias, además que su discurso está basado en lo que la gente quiere escuchar.