No esperen que la ceremonia inaugural de los Juegos de Río sea tan grandiosa como otras del pasado. Esperen más bien grandes sonrisas, representaciones pintorescas del bosque tropical y una celebración a la diversidad étnica del país sudamericano.
Marco Balich, el productor ejecutivo italiano, se abstuvo de revelar detalles antes del espectáculo del viernes, pero compartió a grandes rasgos cómo será honrada la cultura de Brasil.
Este no será el espectáculo más grande”, dijo desde Río, aunque declinó especificar cuánto dinero tuvo que gastar. “Este no es un show opulento en comparación con Londres o Beijing, pero será una ceremonia muy emotiva, llena de emoción y muy elegante”.
Balich tiene una amplia experiencia olímpica. Creó, dirigió y produjo la inauguración de los Juegos de Invierno de Torino y fungió como productor ejecutivo de la ceremonia de clausura de Sochi y los Paralímpicos del 2014 que se hicieron ahí.
En total, 4 mil 800 artistas y voluntarios participarán en el espectáculo de Río, creado en base a tres “pilares” básicos relacionados con la sustentabilidad, particularmente la reforestación, la “sonrisa” y la idea de la “gambiarra”, el arte brasileño de improvisar reparaciones usando cualquier pieza disponible.
“La sonrisa es el modo como los brasileños abordan la vida”, dijo Balich. “Brasil no es una nación ostentosa. En esta ceremonia están diciendo,somos quienes somos, con muchos problemas sociales, mucha crisis en el sistema político, etcétera”.
Promete un enfoque “contemporáneo y genial”, inspirado especialmente en el reconocido fotógrafo nativo Sebastiao Salgado y su trabajo con su Instituto Terra en una propiedad que una vez perteneció a su familia. Hoy, el terreno es una reserve natural, y la organización sin fines de lucro cultiva millones de árboles y entrena a ecologistas.
El mensaje es que Brasil tiene el último jardín del mundo, que es el Amazonas, y necesitamos proteger ese jardín”, dijo Balich. “Este es un mensaje de esperanza para el futuro. Este no es un mensaje de, ‘ay, el mundo se va a acabar por el recalentamiento global”’.
Un elemento destacado será la celebración de la diversidad étnica de Brasil y su riqueza musical, de la bossa nova al “hippy-hoppy”, como se dice en portugués, dijo Balich. Y, por supuesto, habrá un toque de Carnaval. Está usando algunos de fabricantes de disfraces en Rio que diseñan para el Carnaval.
La tradicional Caldera Olímpica será algo pequeño. No habrá una gran fogata para destacar que se trata de un espectáculo bajo en emisiones, dijeron los organizadores. Para enmarcar la pequeña llama, una gran escultura del artista Anthony Howe aparecerá detrás, simbolizando el sol. Se moverá con espirales para representar la vida.
La idea de la inauguración, siempre, es mostrar la cultura del país anfitrión.
“Estamos volviendo a la humanidad. Estamos volviendo a la gente”, dijo Balich. “El público aquí, apenas oye la música, se para a bailar”.
Por: Excélsior