AMLO perdió la cabeza y puede perder la Presidencia de México
Fredy Lopez Arévalo/Ultimátum
*Hay alianzas que pesan
*El costo lo paga Andrés Manuel López Obrador en Chiapas.
Porque una cosa es el pragmatismo político y otra muy distinto las sumas que restan. Incluyó sin ningún filtro a la ‘mafia’ en el poder en Chiapas: Rutilo Escandón Cruz Cadenas, Eduardo Ramírez Aguilar y Sasil de León Villard son un lastre muy pesado para el Caudillo de Macuspana, Tabasco. Y eso le puede costar muy caro. AMLO y su Proyecto de Nación pueden irse a pique. La coalición ‘Juntos Haremos Historia’ puede naufragar en Chiapas, y también en Tabasco, frente al alcalde con licencia del municipio de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa, candidato al gobierno por el PRD-PAN-PMC. No hay quien le gane a un gobernador en funciones. Es lo mismo en Chiapas. Se pensó que José Antonio Aguilar Bodegas podría encarar el mismo reto de Gaudiano Rovirosa en Tabasco. Así, la estocada sería para el Peje, y la banderilla y los laureles para Ricardo Anaya Cortés, el abanderado del PAN-PRD-PMC.
Pero AMLO parece no darse cuenta, mareado por la proyección en la intención de votos de las encuestas.
Pero usted querido lector lo sabe: del plato a la boca se cae la sopa. Es sabiduría popular, y por tanto no debe desdeñarse.
López Obrador lo vivió el domingo en San Cristóbal de Las Casas. La rechifla y el abucheo contra Rutilio, ERA y Sasil no se acalla con retórica. Pedir al pueblo que vote por la ‘mafia’ pone en entredicho a AMLO; contradice su discurso, y lo deja desnudo. Aliarse al diablo para alcanzar el cielo no es la mejor formula.
AMLO se dará cuenta cuando sea demasiado tarde; porque la repulsa contra Rutilio, ERA y Sasil lo seguirá viviendo cada que asome cabeza por Chiapas. Rutilio, ERA y Sasil son de los que piensan que todo es cuestión del ‘Marketin Político’. Pero se equivocan. De nada les servirá tapizar de propaganda pueblos y ciudades.
Como el propio AMLO ha acuñado: no se puede pensar que el pueblo es menso. Ramírez Aguilar -el ex Jaguar Negro- es una fichota: fue quien maquinó el absolutismo Verde en Chiapas. El que mandó a pintar de Verde puentes peatonales, bancas de parques, escuelas, edificios públicos y hasta guarniciones de calles, avenidas y carreteras.
Y por ende ERA es quien generó el hartazgo ciudadano contra el PVEM. Fue ERA quien sustrajo y usó miles de millones de pesos en despensas para mantener, siempre a la alza, un caudal de ‘seguidores’ y ‘adeptos’ al PVEM. Y también fue quien eclipsó y empinó la ‘popularidad’ del propio gobernador Manuel Velasco Coello. A Eduardo Ramírez Aguilar se le acreditó la ola verde que lo llevó al poder, y también se le acredita a él su declive.
Todo lo financió con recursos públicos (y otros de dudosa procedencia). Es lo que horadó el erario, y terminó por llevar al fracaso a la presente administración. Miles de millones de pesos literalmente tirados a la basura en un proyecto que al final no cuajó. ERA es un cadáver político que camina solo por instinto. Como un gallo que aún corre sin cabeza, desangrándose.
Los tres -Rutilio, Ramírez Aguilar y De León Villard- son parte de la administración que llevó a Chiapas a la banca rota. ERA fue el poder tras el trono. Él más que Manuel Velasco Coello movía los hilos de poder en Chiapas. Hizo y deshizo a su antojo. Dio nombramientos en puestos claves del Gabinete, en entidades autónomas como la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y la UNACH. Ya no digamos en el COBACH y en el CONALEP. Fue el todopoderoso Secretario General de Gobierno y desde la presencia del Congreso local, siguió imponiéndose al Ejecutivo. Todos se cuadraban con él. Fue el mandamás en Chiapas ante la ausencia recurrente del gobernador Manuel Velasco Coello.
También tenía injerencia en los otros dos poderes: el Legislativo y el Judicial. Y abrevo del erario sin saciedad. Amasó cuantiosa fortuna personal y mantiene sus reservas para la operación político electoral. Pero empinó a más de un alcalde. Son muchos los que hoy por hoy se encuentran bajo la lupa del Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado (OFSCE) y aún más, de la Auditoria Superior de la Federación (ASF). Y no se han dado cuenta: ERA no estará a la hora de rendir cuentas.
Por eso ERA más que un gran aliado es un pesado lastre para AMLO… lo mismo que Rutilio Escandón Cruz Cadenas y Sasil de León Villard. No es el dinero que traen en su alforjas lo que cuenta, sino lo que ellos encarnan: la llamada mafia del poder que el mismo AMLO dice querer desterrar. AMLO perdió la cabeza y puede perder la Presidencia de México.
Así que sí Gaudiano Rovirosa gana Tabasco, y Rutilio pierde Chiapas; y si AMLO no gana Puebla ni Veracruz, no podrá ceñirse la banda presidencial y el llamado Proyecto de Nación quedará en eso, en Proyecto, aún y cuando todos en México perciben como algo irreversible el triunfo de AMLO este domingo 1 de julio.
CONTINUAMOS
José Antonio Aguilar Bodegas arrancó campaña proselitista hacia el domingo 1 de julio en su natal Tapachula. Lo hizo en la plaza de toros. Mal día para el político tapachulteco, que no demostró el músculo que se supone trae. Algunos justifican la escasa concurrencia a que ese mismo día jugó ‘Cafetaleros’. Otros a que le atajaron a sus seguidores y los llevaron hacia el evento de Roberto Albores Gleason, el candidato del PRI al gobierno de Chiapas. El comunicado oficial calcula que dirigió su discurso a tres mil seguidores. En redes sociales se presumieron fotos de la plaza semivacia. Y muchos cibernautas aficionados al ‘periodismo’ destacaron la ausencia de Ricardo Anaya Cortés, el candidato de la coalición ‘Con México al Frente’ a la presidencia de México. Pero más allá del evento de inicio de campaña, José Antonio Aguilar Bodegas aún tiene mucho que dar… trato de ser objetivo. Albores Gleason fue menos pretencioso, y salió airoso. Arrancó campaña en la Ganadera, en la Feria Mesoamericana, también en Tapachula. Llenó con no más de dos mil seguidores. Pero su evento lucia repleto. Y llegó José Antonio Meade Kuribreña, el candidato del PRI a la presidencia de México. Lo mismo se puede decir del ‘independiente’ Jesús Alejo Orantes Ruiz. Arrancó campaña en el ejido Laja Tendida, de su natal Venustiano Carranza. Tuvo a su lado a Jaime Rodríguez ‘El Bronco’, el gobernador con licencia de Nuevo León; el mismo que reclama a Chiapas por 200 mil chiapanecos que jura y perjura han migrado a esa entidad en busca de empleo. También es quien reprocha a Chiapas el costo que representa a entidades como Nuevo León en la distribución del ingreso. Orantes Ruiz también salió airoso. No así Rutilo Escandón Cruz Cadenas ni José Antonio Aguilar Bodegas. La pregunta es muy simple: ¿Tendrán ambos la entereza para remontar tan infausto arranque de campaña o seguirán a la baja, dejando el paso libre a Roberto Albores Gleason, quien se percibe trae todo el poyo del centro?
Mi pronóstico es el siguiente: es muy poco probable que Rutilio Escandón Cruz Cadenas crezca electoralmente. El respaldo del Peje por si solo no lo hará subir. AMLO debe entenderlo. Lo más seguro es que el desprestigio de Escandón Cruz Cadenas, de Eduardo Ramírez Aguilar y de Sasil de León Villard terminen por inclinar la popularidad del propio AMLO. Y Josean, tiene aún mucho que dar… si recorre, como asegura que lo hará, todos los municipios de Chiapas. Claro, la cargada está hacia Roberto Albores Gleason, y lo estará aún más ahora que el propio gobernador Manuel Velasco Coello se subió al ring electoral, aunque lo haya hecho con una camisa color morado, que es el color de su propio partido político: el partido local Podemos Mover a Chiapas. De que es un mensaje, lo es. Lo importante es la lectura que se le tenga que dar: es su reserva de votos. Es lo que puede inclinar la balanza este domingo 1 de julio. Pareciera ser… pareciera. Usted haga sus propias conjeturas.
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