Jorge Alcázar/Ultimátum
TGZ
Cómo miles de personas en todo el país, Manuel Alejandro Vázquez, originario de Tuxtla Gutiérrez, pasaba por un momento de necesidad económica, en su búsqueda se encontró con anuncios que presentaban aplicaciones de “empresas financieras” que ofrecían préstamos en efectivo. Manuel, confiando en que todo era seguro, descargó tres de ellas: Yumi Cash, José Cash y Caja Préstamo, todas ellas disponibles en la Playstore de Google, en las cuales se registró, sin embargo, su gran error fue aceptar los términos y condiciones de las aplicaciones sin antes leerlos, con lo cual le dio acceso a toda la información en su teléfono: contactos, imágenes, videos y otros datos.
Comenta que de las tres aplicaciones fue la de José Cash la que le depositó una cantidad de poco más de 3 mil pesos, sin embargo el ya no necesitaba el préstamo, por lo que busco solución en los número de atención a clientes sin éxito, días después comenzaron las llamadas insultándolo y amenazándolos para que pagará no los poco más de 3 mil pesos que recibió, si no que ahora eran más de 6 mil pesos además de una “comisión”, adicional a esto ya no tenía 90 días para pagar, como la aplicación prometía, si no que le exigían el pago inmediato, lo cual hizo por temor y esperando que las amenazas terminaran.
Sin embargo, siguió recibiendo llamadas de amenaza, pero esta vez eran por parte de las otras aplicaciones en las que ni siquiera le habían prestado dinero, estás llegaron al punto de llamar a todos sus contactos para amenazarlos, lo más grave es que han difundido su fotografía a través de diversas redes acusándolo de violación a menor, lo que es una acusación sumamente grave que podría incluso poner en peligro su integridad física, esto debido a los casos vistos últimamente relacionados con rumores y falsas acusaciones, los cuales han terminado en linchamientos y muertes.
Manuel señala que ya intentó acercarse a la Policía Cibernética para que atiendan su caso, pero ahí le informaron que ya no podían hacer nada pues la totalidad de sus datos ya están en manos de los delincuentes quienes no pueden ser localizados debido a que cambian de números constantemente, y que lo único que podía hacer era cambiar de número y advertir a sus conocidos de la situación, además de que ha buscado y se ha encontrado con un sin fin de denuncias de este tipo en las redes sociales; ahora su siguiente paso será acudir a la Fiscalía General del Estado.