Diario Ultimátum

  • Noticias
    • México
    • Chiapas
    • Municipios
    • Editorial
  • Opiniones
  • Policiacas
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Vida y Estilo
  • Tecnología
  • Cultura
Esta en :Inicio»Editorial»Democracia, populismo y política

Democracia, populismo y política

25 Jul 2017 Editorial Deja un comentario

La “fatiga democrática” es un fenómeno poco conocido que ya lo padecen numerosas sociedades occidentales. Los análisis sobre este término establecen cuatro diagnósticos: la culpa es de los políticos, de la democracia, de la democracia representativa y la culpa es de la democracia representativa electoral. Es la reflexión que el filósofo David van Reybrouck hace en su último libro, ‘Contra las elecciones: cómo salvar la democracia’.

Los políticos son unos arribistas, unos parásitos; que viven de espaldas a la realidad; no conocen qué necesita el ciudadano; podrían hacer las cosas mucho mejor. Estas son expresiones usadas a diario por los populistas. Según su diagnóstico, la crisis de la democracia es una crisis de las personas que se dedican a la política. Los actuales gobernantes constituyen una élite democrática, una casta ajena a las necesidades del pueblo. No extraña que la democracia atraviese un periodo oscuro.

Este discurso se puede oír en boca de líderes como Silvio Berlusconi, Geert Wilders y Marine Le Pen, Beppe Grillo en Italia y Norbert Hofer en Austria, y también partidos, como Movimiento para una Hungría Mejor (Jobbik), Partido de los Finlandeses y Amanecer Dorado en Grecia. En el mundo anglosajón hemos asistido al ascenso de Nigel Farage y de Donald Trump. Para ellos, el remedio para el síndrome de fatiga democrática es: una mejor representación más popular, obtenida con el aumento del número de votos para el partido populista propio. Los líderes de esta filosofía política se erigen en portavoces directos del pueblo y de los más débiles, como la personificación del sentido común. Dicen estar muy cerca del hombre y de la mujer de la calle. El político populista es “uno con el pueblo”, según su retórica.

Esto no se sostiene por ningún lado. No hay un «pueblo» único, monolítico (todas las sociedades están formadas por varios grupos); el sentimiento popular no existe como tal y el sentido común es lo más ideológico que hay. De hecho, el “sentido común” es una ideología que se niega a colgarse esa etiqueta, un zoológico convencido de que es naturaleza virgen. La existencia de alguien capaz de fundirse de forma orgánica con la masa, de impregnarse de sus valores y de conocer todos sus anhelos se acerca más a la mística que a la política. Es simple marketing.

Los populistas son empresas políticas que buscan la máxima cuota de mercado. Si llegan al poder, no está claro cómo se podrán poner de acuerdo con quienes no piensan como ellos; a fin de cuentas, la democracia es el poder de la mayoría con un respeto por la minoría. Cuando no es así, se degrada y pasa a convertirse en la célebre «dictadura de la mayoría», y entonces la situación no hace sino empeorar.

Como solución para salvar la democracia enferma, el populismo no es una vía prometedora. Pero esto no significa que el diagnóstico que ofrece no contenga elementos valiosos. Sin duda, la actual representación popular tiene un problema de legitimidad.

Desdeñar el populismo como una forma de la anti política me parece una actitud deshonesta. En su mejor expresión, es un intento de hacer frente a la crisis de la democracia transformando la legitimidad de la representación. Los populistas pretenden combatir el síndrome de la fatiga democrática con una intervención sencilla y rotunda: por transfusión, y lo más completa posible. Basta con meter savia nueva en el Parlamento y el resto vendrá por sí mismo. Quienes se oponen a esta idea se preguntan si de este modo aumenta la eficiencia. ¿Realmente cambiando los actores se logra una mejor política? Para ellos el problema no radica en las personas que intervienen en la democracia, sino en la democracia misma. CCS.

democracia élite democrática política populismo Ultimatum 2017-07-25
Diario Ultimátum
Tags democracia élite democrática política populismo Ultimatum
Twitter Facebook Google + Stumble linkedin Pinterest Más

Noticias relacionadas

Vacíos del sistema educativo

Vacíos del sistema educativo

Diario Ultimátum 06 Dic 2017
Las deficiencias de la educación son acumulativas y se trasmiten de la familia a la escuela y, segundo, dentro de ...
¿Chantaje? No será la primera vez

¿Chantaje? No será la primera vez

Diario Ultimátum 30 Ene 2019
No queda claro si en esta ocasión la CNTE le va a hacer caso al Presidente. Ayer, el mandatario les ...
El caso Unicach

El caso Unicach

Diario Ultimátum 17 Oct 2018
Ante un panfleto de los llamados Fake news (información falsa) que circuló en redes sociales el pasado miércoles 10 de ...

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más leído

  • Escuela Preparatoria Militarizada, sin infraestructura propia, ni presupuesto

    Escuela Preparatoria Militarizada, sin infraestructura propia, ni presupuesto

    13 Feb 2019
  • Se mata motociclista profesional

    Se mata motociclista profesional

    07 Ago 2019
  • La Casa Grande, un centro turístico de gran atracción

    La Casa Grande, un centro turístico de gran atracción

    10 Abr 2018
  • Otorgarán 200 plazas para aspirantes al Servicio Profesional Docente 2018

    Otorgarán 200 plazas para aspirantes al Servicio Profesional Docente 2018

    14 Ago 2018
Copyright 2018. Todos los derechos reservados
Diario Ultimátum