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Agencias/Ultimátum
CDMX
Con una puesta en escena provocadora por el tema que desarrolla, la obra Los prohombres, buscan incidir en los prejuicios en torno a los placeres humanos. A cargo de la compañía Maldito Teatro y producida por El Círculo Teatral CDMX, el espectáculo se crea a partir de un hecho real que sigue haciendo eco en la memoria social. La trama sucede a partir de dos hombres que se reúnen para ejecutar el acto: devorar y ser devorado.
Los actores Alan Blasco y César Medina participan en esta obra que habla sobre Armin Meiwes, que fue denominado por los medios periodísticos como El Caníbal de Rotemburgo, cuando en 2001, en Alemania, a través de una búsqueda por Internet donde manifestaba su deseo por comer carne humana y a la vez que alguien comiera de él, encontró a su par y cometieron el acto del canibalismo.
Blasco y Medina darán vida a Frankie y Sepo, respectivamente, dos hombres atraídos por la soledad y banalidad de sus vidas, que tras un acuerdo se dan cita para ejecutar el tan esperado acto: alimentarse de otro ser que, bajo su consentimiento, se prepara para ser un platillo que saciará el hambre y el deseo de su comensal. Así como un deseo sexual por el otro.
Aunque provoque asombro, horror o morbo, el caso va más allá de las escenas nauseabundas que generen pensar en comer carne de otro humano; a decir del dramaturgo Noé Morales Muñoz, es “una bofetada a los prejuicios.
La historia, que ha pasado de la realidad a la ficción, nos pone en jaque al analizar el trasfondo de cada personaje”, detalla Morales, busca juzgar la calidad moral de los hechos y pensar qué pasa por la cabeza de dos personas que se desarrollan en un supuesto país primermundista.
Con un toque de humor negro, esta propuesta invita a una reflexión sobre la sociedad actual, la cual se ve inmersa en el uso de redes sociales, la crisis de valores, la soledad y sedentarismo, y a partir de estos 4 puntos es que se crea la historia que sacude a más de uno.
