José Luis Castro Aguilar/Cronista
Tgz
Este once de agosto, los tuxtlecos conmemoraremos el 125 aniversario de haberse convertido la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en la nueva capital del estado de Chiapas. Cabe hacer mención que la ciudad de San Cristóbal de Las Casas fue la capital de Chiapas desde la época de la conquista y colonización (1528) hasta 1892, en que por conflictos entre políticos y terratenientes de los Altos de Chiapas y los de Tierra Caliente; en particular, entre el ex gobernador del estado (1883–1887) coronel Miguel Utrilla Trujillo y el ex gobernador (1887–1891) Manuel Carrascosa que estaban en contra de la forma de gobernar del Lic. Emilio Rabasa. Conflicto que se acentuó y terminó con el cambio de sede de los tres poderes del estado, de San Cristóbal de Las Casas a Tuxtla Gutiérrez el 11 de agosto de 1892. Hagamos un repaso histórico.
Antecedentes históricos
Los antecedentes históricos de la aparición del Batallón de Voluntarios “Hijos de Tuxtla” (1911) los debemos de buscar en el antiguo conflicto político que tuvieron las ciudades de San Cristóbal Las Casas y Tuxtla Gutiérrez por el cambio de residencia de los Supremos Poderes del Estado de Chiapas (1892).

La primera vez que hubo problemas por la residencia de los poderes públicos del estado, entre dos ciudades hermanas, fue en 1833 cuando don Joaquín Miguel Gutiérrez, gobernador Constitucional del Estado, de origen tuxtleco, promulga el decreto que ordenaba el traslado temporal de los poderes públicos de la ciudad de San Cristóbal a la de Tuxtla, por problemas del gobierno del estado con el clero y los sancristobalenses conservadores. Traslado que se efectúo el 9 de febrero de 1834; pero el 25 de mayo del año siguiente (1835), con la llegada del nuevo gobernador, don José Mariano Coello, de origen sancristobalense, se decreta la restitución de los poderes a su antigua sede.
El 4 de enero de 1858, siendo gobernador Constitucional del Estado don Ángel Albino Corzo, originario de Chiapa (hoy de Corzo), del Departamento de Chiapa, ordena nuevamente el traslado de los poderes a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, por problemas políticos con el clero de aquella colonial ciudad, por haber puesto en vigor las Leyes de Reforma y la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1857), y haber promulgado la nueva Constitución Política del Estado de Chiapas (1858), mismas que afectaban los intereses del clero nacional y, en particular, del clero chiapaneco. Por tal motivo, el clero y los conservadores sancristobalenses desconocen a las dos constituciones políticas y a los gobiernos federal y estatal, mismos que no pudieron alcanzar su objetivo. Sin embargo, tres años más tarde, el 18 de enero de 1861, don Ángel Albino Corzo regresa nuevamente los Supremos Poderes del Estado a su antiguo asiento.
El primero de febrero de 1864, don José Gabriel Esquinca, gobernador interino del Estado, originario de Tuxtla Gutiérrez, nuevamente ordena el traslado de poderes a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez; en esta ocasión, porque las fuerzas conservadoras, encabezadas por el cura y guerrillero Víctor Antonio Chanona y Juan Ortega, intentaban tomar el gobierno del estado. Fuerzas rebeldes que ya habían desconocido a la Constitución Política Federal y la particular del Estado; por lo que se dio una sangrienta lucha entre imperialistas y republicanos. Cabe hacer mención que durante el gobierno de don José Gabriel Esquinca los liberales chiapanecos derrotaron a los imperialistas en la memorable batalla del 21 de octubre de 1863 en la ciudad de Chiapa (Corzo), en que las fuerzas republicanas se vistieron de gloria.
El 31 de diciembre de 1867, don José Pantaleón Domínguez, gobernador Constitucional del Estado, originario de Comitán, ordena el traslado de poderes, pero en esta ocasión no a su antigua sede sino a la ciudad de Chiapa (Corzo). Cinco años más tarde, el 26 de octubre de 1872, después de su segunda reelección, don José Pantaleón regresa los poderes a su primitiva sede: San Cristóbal Las Casas.
El primero de junio de 1892, don Emilio Rabasa, gobernador Constitucional del Estado, originario de Ocozocoautla del Departamento de Tuxtla, traslada temporalmente, con autorización del Congreso del Estado, los poderes públicos a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, por problemas políticos con el alto clero y sancristobalenses conservadores. En particular con el coronel Miguel Utrilla, ex gobernador del estado de Chiapas y cacique político de los Altos de Chiapas. Ya estando en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, promulga un nuevo decreto el 11 de agosto del mismo año, en donde se declara categóricamente que la ciudad de Tuxtla Gutiérrez sería en lo sucesivo la residencia de los Poderes del Estado. Todos estos vaivenes de poderes, de las ciudades de San Cristóbal a Tuxtla y, en particular, la promulgación del último decreto que declaró a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez como la sede definitiva de los poderes públicos, crearon en los sancristobalenses un sentimiento de animadversión contra los tuxtlecos, lo que culminó con varios enfrentamientos entre las dos ciudades hermanas.
La formación del Batallón de Voluntarios “Hijos de Tuxtla”

Con la entrada triunfal a la Ciudad de México de don Francisco I. Madero —el 7 de junio de 1911—, los sancristobalenses aprovechan la oportunidad para levantarse en armas y proclamarse partidarios del Plan de San Luis y declararse a favor del nuevo gobierno que encabezaría Madero. Y el 3 julio se pronuncian en contra del gobierno que encabezaba el Ing. Reynaldo Gordillo León, y nombran como gobernador provisional a don Manuel Pineda, y como jefe de las armas a Juan Espinosa Torres, declarando como nuevo Palacio de Gobierno del Estado a la Presidencia Municipal de San Cristóbal. La rebelión y el posterior levantamiento en armas de los sancristobalenses tenían como objetivo principal la recuperación del asiento de los Poderes del Estado y el exterminio de los cacicazgos políticos de Emilio Rabasa y Víctor Manuel Castillo. La noticia de la sublevación sancristobalense llegó inmediatamente a Tuxtla por medio de un telegrama; por lo que el titular del Ejecutivo convocó a los integrantes del Congreso del Estado, y ya reunidos —ante la posible llegada de los Altos de Chiapas de los batallones “Juárez” y “Las Casas”, formado por más de 2000 indígenas armados con escopetas, lanzas, azadones y machetes, 750 voluntarios de caballería y 500 de infantería, mismas que formaban las fuerzas del gobierno en rebeldía—, conjuntamente convocaron al pueblo tuxtleco para la defensa, con las armas en la mano, del gobierno legalmente constituido.
Por tal motivo, ante la pública amenaza de los sancristobalenses de llegar a Tuxtla por los poderes para regresarlos a su primitiva sede, a sangre y fuego, al día siguiente —4 de julio de 1911—, por iniciativa del gobernador Ingeniero Reynaldo Gordillo León, se formó un grupo de defensores de las instituciones gubernamentales y de la integridad de la ciudadanía tuxtleca, dando origen a la formación de un grupo de valientes ciudadanos que se denominó Batallón de Voluntarios “Hijos de Tuxtla”, mismo que incorporó a vecinos de Ocozocoautla, Berriozábal, Suchiapa y Terán, hasta hacer un total de 600 voluntarios, teniendo como jefe el coronel José Alvear y como subteniente ayudante a don Ángel Coutiño.
Después de varios enfrentamientos, en los que hubo muchas bajas entre muertos y heridos, entre indígenas, peones y hacendados de los Altos de Chiapas y peones agrícolas y hacendados liberales de tierra caliente, intervino la federación y obligó a las partes en conflicto que firmaran la paz. Por tal motivo, el 13 de octubre de 1911 fue firmada el Acta de Acuerdo de Paz entre tuxtlecos y sancristobalenses.
A 125 años de haberse trasladado los poderes públicos de San Cristóbal de Las Casas a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, la nueva capital del estado sufrió tres grandes transformaciones urbanísticas y vamos por una cuarta transformación para estar acorde con la nueva denominación de capital metropolitana, con una población de 600 mil habitantes y cerca de 200 mil vehículos, la segunda ciudad mexicana con más vehículos.