El tema intriga a muchos en la elección presidencial de México.
El candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no ha salido bien librado de los últimos dos debates.
Prácticamente a diario enfrenta críticas de sus adversarios, de intelectuales, de ciudadanos en redes sociales y comentaristas en los medios de comunicación.
Y a pesar de eso, en cada medición de la preferencia electoral el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia lidera las encuestas.
Una de las más recientes, publicada este 30 de mayo por el diario Reforma, le ubica con el 52% de respaldo.
Detrás de los buenos números de AMLO, coinciden especialistas, hay una mezcla de nuevos electores, profesionales liberales, campesinos, pequeños empresarios y universitarios.
Pero sobre todo hay muchos ciudadanos desilusionados y molestos con la situación actual del país, que padece la crisis de violencia más grave desde 1926, cuando empezó la Guerra Cristera.
Se trata de un fenómeno que no había ocurrido en las anteriores dos contiendas presidenciales donde participó el izquierdista. En 2006, por ejemplo, AMLO fue el candidato favorito en casi toda la campaña.
Pero al final bajó su popularidad y perdió la elección tras un polémico fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En la siguiente elección presidencial, en 2012, remontó desde el tercer sitio en que se encontraba en las encuestas hasta casi alcanzar a quien finalmente fue ganador, el actual presidente Enrique Peña Nieto.
Ahora la situación es distinta. A pesar de lo que López Obrador llama “guerra sucia” en su contra, sus niveles de respaldo no cambian. ¿Por qué?
En todas partes
Una respuesta, dice a BBC News Mundo Roy Campos, director de la empresa de opinión pública Consulta Mitofsky, es que ahora el candidato obtuvo el respaldo de grupos y sectores que no le apoyaron en las contiendas anteriores.
Por ejemplo, históricamente empresarios y electores del norte del país se mostraban abiertamente contrarios al candidato. No es el caso en la elección de 2018.
Sus principales contrincantes Ricardo Anaya Cervantes y José Antonio Meade Kuribreña, de las coaliciones Por México al Frente y Todos por México respectivamente, no han logrado el impacto de AMLO entre los votantes.
Anaya, por ejemplo, “no ha podido conectar con la gente mayor pero Meade no lo hace con los jóvenes”, explica Campos.
“La ventaja de López Obrador es que penetró en todos los segmentos incluso en lo urbano y lo rural, mientras que Anaya no entra en lo rural y Meade no puede en lo urbano”.
Otro elemento es el respaldo de los nuevos electores. Entre los 89 millones de mexicanos con derecho a votar, más de 11 millones son jóvenes.
Y de ellos 4,8 millones votarán por primera vez. Son jóvenes de entre 18 y 21 años de edad que prácticamente toda su vida conocieron al López Obrador candidato.
Desde 2001, cuando era jefe de Gobierno de la capital, el ahora candidato empezó su camino a Los Pinos, la residencia presidencial. Una ruta que no abandona desde entonces.
Por eso entre los jóvenes AMLO tiene buena imagen, apunta el director de Consulta. Y por otras razones.
Muchos de quienes “abogan por él” son estudiantes y profesionales egresados de universidades públicas, pero también jóvenes campesinos y obreros que crecieron en la crisis económica y la violencia por la guerra contra el narcotráfico.
“Piensan que con López Obrador pueden tener un futuro distinto. Hoy tienen un presente de violencia, pobreza y falta de oportunidades“, asegura.
“Creen que AMLO genera esperanza”.