Los actos de discriminación nunca se castigan en los Estados Unidos. A diario se observan en las redes sociales videos de cómo actúan los policías y grupos de personas de tez blanca comentiendo actos de barbarie en contra de connacionales e incluso personas de color, los asesinan o los golpean.
En México está el caso del indígena Tzeltal, Mariano Gómez, originario de la comunidad San Martín Abasolo, quien es profesor de una primaria y tras realizar trabajos técnicos pudo conectar a su comunidad el Internet y por lo cual se hizo merecedor de un reconocimiento por parte de Internet Society (Isoc), ya que con la red inalámbrica le dio conectividad y acceso a la información a toda la comunidad. El reconocimiento lo tenía que recibir en la ciudad de Los Ángeles, California, el 19 de septiembre pasado, sin embargo, la embajada “Gringa” en México le negó la visa por no tener cuentas bancarias para demostrar que tiene estatus económico, pero además, para los diplomáticos la zona donde vive el indígena está considerada como uno de los puntos de donde más migrantes viajan a Estados Unidos.
Mariano Gómez consideró que ante el modelo del mundo que busca los Estados Unidos para los latinos, es el que no tiene dinero no vale. Ahora Mariano Gómez no podrá recibir el reconocimiento y tampoco poner en alto su comunidad, ubicada en una zona marginada del estado de Chiapas.
La población total de Abasolo es de 2mil 307 personas, de cuales 1188 son masculinos y 1119 femeninas. Los ciudadanos se dividen en 1157 menores de edad y 1150 adultos, de cuales 106 tienen más de 60 años.
El número de los que sólo hablan un idioma indígena pero no hablan mexicano es de 463, los de cuales hablan también mexicano es 1505.
En Abasolo hay un total de 431 hogares, 341 tienen piso de tierra y unos 8 consisten de una sola habitación. 355 de todas las viviendas tienen instalaciones sanitarias, 415 están conectadas al servicio público y 404 tienen acceso a la luz eléctrica.
La estructura económica permite a 2 viviendas tener una computadora, a 3 tener una lavadora y 60 tienen una televisión. Pero hoy solo cuentan con Internet.
Hoy Mariano Gómez se siente discriminado por la embajada de los Estados Unidos en México. Realmente, se trata de un acto racista por parte de la embajada del país vecino, midió con la misma vara con que mide a los inmigrantes a Mariano Gómez, pese al interés del profesor de primaria de ir a recoger su reconocimiento a los Ángeles y regresar a su lugar de origen, en San Martín Abasolo. El caso ha pasado desapercibido por parte de las autoridades mexicanas –como siempre-, que bien pudieron abogar por Mariano Gómez, quien tuvo que viajar 16 horas a la Ciudad de México, pagar por el derecho de la visa y hoy tiene que regresar con los brazos cruzados a casa y con la frustración de que su talento y habilidad quede en el olvido, ya que pretendía invertir el recursos que le otorgaran en su comunidad para mejorar su proyecto.
Los actos de discriminación nunca se castigan en los Estados Unidos. A diario se observan en las redes sociales videos de cómo actúan los policías y grupos de personas de tez blanca comentiendo actos de barbarie en contra de connacionales e incluso personas de color, los asesinan o los golpean.
En México está el caso del indígena Tzeltal, Mariano Gómez, originario de la comunidad San Martín Abasolo, quien es profesor de una primaria y tras realizar trabajos técnicos pudo conectar a su comunidad el Internet y por lo cual se hizo merecedor de un reconocimiento por parte de Internet Society (Isoc), ya que con la red inalámbrica le dio conectividad y acceso a la información a toda la comunidad. El reconocimiento lo tenía que recibir en la ciudad de Los Ángeles, California, el 19 de septiembre pasado, sin embargo, la embajada “Gringa” en México le negó la visa por no tener cuentas bancarias para demostrar que tiene estatus económico, pero además, para los diplomáticos la zona donde vive el indígena está considerada como uno de los puntos de donde más migrantes viajan a Estados Unidos.
Mariano Gómez consideró que ante el modelo del mundo que busca los Estados Unidos para los latinos, es el que no tiene dinero no vale. Ahora Mariano Gómez no podrá recibir el reconocimiento y tampoco poner en alto su comunidad, ubicada en una zona marginada del estado de Chiapas.
La población total de Abasolo es de 2mil 307 personas, de cuales 1188 son masculinos y 1119 femeninas. Los ciudadanos se dividen en 1157 menores de edad y 1150 adultos, de cuales 106 tienen más de 60 años.
El número de los que sólo hablan un idioma indígena pero no hablan mexicano es de 463, los de cuales hablan también mexicano es 1505.
En Abasolo hay un total de 431 hogares, 341 tienen piso de tierra y unos 8 consisten de una sola habitación. 355 de todas las viviendas tienen instalaciones sanitarias, 415 están conectadas al servicio público y 404 tienen acceso a la luz eléctrica.
La estructura económica permite a 2 viviendas tener una computadora, a 3 tener una lavadora y 60 tienen una televisión. Pero hoy solo cuentan con Internet.
Hoy Mariano Gómez se siente discriminado por la embajada de los Estados Unidos en México. Realmente, se trata de un acto racista por parte de la embajada del país vecino, midió con la misma vara con que mide a los inmigrantes a Mariano Gómez, pese al interés del profesor de primaria de ir a recoger su reconocimiento a los Ángeles y regresar a su lugar de origen, en San Martín Abasolo. El caso ha pasado desapercibido por parte de las autoridades mexicanas –como siempre-, que bien pudieron abogar por Mariano Gómez, quien tuvo que viajar 16 horas a la Ciudad de México, pagar por el derecho de la visa y hoy tiene que regresar con los brazos cruzados a casa y con la frustración de que su talento y habilidad quede en el olvido, ya que pretendía invertir el recursos que le otorgaran en su comunidad para mejorar su proyecto.
