La pieza es una representación de Yum Kaax, la deidad del maíz, y data del periodo clásico tardío, entre el 600 y 900 después de Cristo.
Una remoción de escombros se convirtió de pronto en una excavación arqueológica. La cabeza de Yum Kaax , el dios maya del maíz y la abundancia, se asomó sobre la tierra. El monolito pesa 14 kilos, mide 30 centímetros de ancho, 63 de largo y 25 de fondo, y data del periodo clásico tardío, entre 600 y 900 después de Cristo. La pieza se presentó el fin de semana en el municipio de Suchiapa, en el sureño Estado de Chiapas, aunque se encontró el 18 de septiembre del año pasado.
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) corroboraron la autenticidad y la antigüedad del monumento, que yacía bajo el terreno de una casa. “Posteriormente se hará un estudio iconográfico de la pieza”, adelantó a la prensa Fanny López, directora del Museo Regional del INAH.
El objeto se exhibió en una vitrina al público, quedó bajo el resguardo legal del propietario del terreno y será custodiado por el grupo ‘ Yum Kaax , descendientes del maíz’, dieron a conocer medios locales. El INAH conserva el objeto en el museo regional, pero está previsto que el monolito de estuco, una mezcla de cal con arcilla, permanezca en Suchiapa.
Los mayas habitaron en un área que abarca desde el Sureste de México —los Estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas — hasta el norte de Honduras. Yum Kaax , que se representaba sentado y sosteniendo en una planta de maíz, era una de las figuras centrales de su panteón.
Su nombre se traduce como amo y señor del bosque. En la mitología, se creía que los campesinos debían rendir tributo a la deidad y que quien no cumpliera con devolver lo que había tomado de la tierra podía perder la cosecha o sufrir enfermedades, según la tradición oral y la Universidad Autónoma de Campeche.
Por El Mañana