Se parte en dos un automóvil compacto al chocar contra un muro de contención al viajar en el Cerro del Fortín; sus dos ocupantes salieron ilesos.

Los ocupantes de un auto compacto volvieron a nacer ayer y sólo sufrieron un tremendo susto luego de partirse en dos el vehículo al impactarse contra un muro de contención en el Cerro del Fortín.

“Fue un milagro”, “bendito Dios”, “Jesús, María y José, cómo es que no les pasó nada”, “vaya suerte”, fueron los comentarios de automovilistas, curiosos y hasta de policías que se aproximaron y vieron el auto siniestrado.

A las 08:15 horas de ayer, justo frente el auditorio Guelaguetza, sobre la carretera federal 190, fue reportado el accidente automovilístico.

Se trata de un vehículo marca Nissan, tipo Áltima, color arena, con placa de circulación del Estado de México.

Las primeras personas que solicitaron urgentemente la presencia de socorristas y policías, pensaron lo peor en un primer instante.

No era para menos, sobre el asfalto, a medio carril de oriente a poniente, se apreciaba un auto destrozado a la mitad.

Por un lado quedaron los neumáticos traseros con sientos y media carrocería.

En sentido contrario al carril quedó la otra mitad del auto, con el chofer y el copiloto, asustados, inmóviles.

Por la forma en que sucedió el impacto, lo fuerte, lo siniestrado del carro la gente pensó que sería una tragedia.

“Fue duro el golpe, venía en mi moto justo en ese momento, me salpicaron vidrios, pero acostumbro a manejar siempre con casco y no me pasó nada”, comentó un motociclista.

Al arribo de paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, a bordo de la ambulancia 040, valoraron a los ocupantes, eran dos, pero no tenían lesiones.

“Eso sí muy asustados pero cómo no, si mira cómo quedó el coche, fue un milagro”, dijo uno de los rescatistas uniformados de pantalón y camisa con franjas blancas y chaleco de la benemérita institución.

Socorristas voluntarios del grupo Sarao también arribaron al lugar, pues se habían reportado más de dos lesionados.

De inmediato el área fue asegurada por elementos de la Policía Vial Estatal y Municipal y para evitar algún otro percance, ya que era la hora ‘pico’ (de mucho tráfico).

Para unos oficiales, a simple vista se podía decir que el vehículo era conducido a exceso de velocidad.

Ante paramédicos, el chofer identificado como Daniel, de 18 años de edad, reconoció que perdió el control del volante e impactó el vehículo contra el muro de contención.

“Es un muchacho inexperto, de esos que nada más les sueltan un carrito y les gusta correr, quieren volar a las primeras”, comentó uno de los curiosos que optó por orillar su carro y ver de qué se trataba.

Daniel y su acompañante de la misma edad, fueron llevados ante la autoridad correspondiente para dar su testimonio, mientras las mitades del Áltima eran subidas a una grúa con dirección al encierro.

Por El Imparcial de Oaxaca