Monterrey, NL— Sin necesidad de noquear, Julio César Chávez Jr. tuvo anoche una reaparición “dorada” en los cuadriláteros.
Chávez Jr. venció categóricamente al alemán Dominik Britsch en un pleito en la división de peso Súper Medio y logró la victoria 50 de su carrera, que había quedado interrumpida durante un año y medio debido a una operación en la mano derecha.
El púgil de 30 años llevó la iniciativa del combate desde el primer round, lanzó combinaciones que fueron enrojeciendo el rostro de Britsch y mostró una notable mejoría en su fondo físico, pues al concluir el décimo round parecía entero.
“Esta pelea me sirvió para otra vez entrar en ritmo y estar al 100 para cualquiera”, dijo Chávez Jr, “queríamos noquear, pero la gente vio 10 rounds de una buena pelea. El alemán aguantó golpes y no se cayó, pero nuestra estrategia fue mejor”.
Antes de la batalla, Julio y su rival alemán recibieron en sus respectivos camerinos al jugador francés de los Tigres, André-Pierre Gignac, quien asistió a la Arena Monterrey acompañado de su compatriota Andy Delort.
Lo mejor de todo para la marca Chávez es que sigue siendo imán de taquilla. La velada boxística de anoche convocó a 10 mil personas, incluyendo al Gobernador Jaime Rodríguez Calderón, quien se llevó una fuerte rechifla cuando subió al ring a entregar una placa de reconocimiento a “El César del Boxeo”.
Chávez Jr fue favorecido en las tarjetas de los tres jueces por 99-91. Como de costumbre, su padre se volvió un manojo de nervios durante la contienda, pero salió sonriente con el triunfo de su primogénito.
“Julio, bien preparado, le puede ganar a cualquiera. Éste es el principio de su renacimiento y le puede ganar a cualquiera, no nadamás al ‘Canelo’ (Álvarez), también a (Gennady) Golovkin”, declaró Chávez padre.
En otro de los combates de la función, Omar Chávez, hijo de “El César del Boxeo”, requirió de 40 segundos para noquear a César “Dólar” Chávez. En la pelea semifinal, Jaime Munguía se impuso a Álvaro “Tyson” Robles en cinco asaltos.
Por El Diario