Chiapas, segundo lugar en desvíos de recursos durante el último año de gobierno de Rutilio Escandón

El ejercicio de recursos federalizados de 2024 colocó a Chiapas en el segundo sitio de los estados con irregularidades por presuntos desvíos millonarios en áreas prioritarias como la educación y la salud, según la revisión de la Cuenta Pública de 2024 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Se trata del último año de gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, una administración que concluyó entre señalamientos de violencia crispada en las zonas rurales y urbanas que obligó al desplazamiento de pueblos enteros. Las cifras oficiales indican que si en 2018, cuando se inició su administración, ocurrieron 596 homicidios dolosos; en 2024, se cometieron 894. Esta tragedia, Chiapas, el estado sureño con los niveles de pobreza histórica más marcados de México, la vivió en medio de una crisis de transparencia de los recursos públicos.

Las cuentas del exgobernador Escandón Cadenas, ahora cónsul General de México en Miami, Florida, están ensombrecidas por irregularidades en contratos de obra pública y salud, pagos desfasados, pagos a más de 100 trabajadores dados de baja, pagos a decenas de personas fallecidas y falta de entrega de recursos de becas.

El órgano fiscalizador señala en su informe que estas anomalías fueron cometidas mediante presuntas infracciones de las leyes de Coordinación Fiscal y General de Educación. Bastaron meses para que en las cuentas de la entidad se abriera un boquete financiero.

El registro de contrataciones públicas de ese año del gobierno chiapaneco con recursos federalizados arroja, según una búsqueda de Reporte Indigo en Compras MX, una suma de 915 millones 587 mil 56 pesos. Ahora, de acuerdo con la ASF, la entidad debe aclarar a dónde fueron a parar 678.5 millones de pesos; es decir el 74.1 por ciento de los contratos públicos registrados en datos abiertos.

Gastos millonarios en salud, obras públicas y educación

Mientras las irregularidades se cometían con dinero de diversos rubros, según la detección del órgano fiscalizador, el gasto en compras públicas era constante. En Compras MX hay registrados 268 contratos de los cuales, 23 superaron los 10 millones de pesos. 

El gasto más alto se hizo de marzo a diciembre, para un servicio de imagenología para el Instituto de Salud por 95 millones 714 mil 250 pesos. Pero el impacto fue mínimo. Al concluir la administración, el estado estaba en la lista con mayor rezago social en salud y seis de cada diez habitantes carecían de acceso a servicios médicos o servicios médicos con tecnología, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre pobreza presentados en septiembre.

Los demás contratos en importancia, según su monto, fueron para obra pública dirigida a la ampliación del sistema de alcantarillado y sistemas de agua potable en algunos municipios, así como al restablecimiento de planteles educativos. 

En Palenque se invirtieron 55 millones 922 mil 443 pesos para extender el colector norte y emisor emergente, de mayo a agosto, en tanto que en Frontera Corozal, Ocosingo, se amplió el sistema de agua potable por 28 millones 949 mil pesos.

Pero la carencia de agua potable siguió. Estos recursos no alcanzaron a los casi 700 mil chiapanecos sin acceso directo al líquido en forma suficiente y aceptable. En la mitad de los municipios, según reconoce el INEGI, hay problemas en la red de suministro y solo en nueve de los 124 municipios las aguas residuales tienen tratamiento. Se trata de Chiapas cuya reserva subterránea es de las 10 más grandes del mundo, según la Comisión Nacional del Agua.

En cuanto a las escuelas, se remodelaron la de terapia física del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, el Instituto Tecnológico Superior de Cintalapa, la Universidad Intercultural, así como las facultades de Ciencias Sociales y de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas. En promedio, se gastó 30 millones de pesos por contrato.

Este gasto tampoco se vio reflejado en los resultados al finalizar la administración de Escandón Cadenas. El rezago educativo se agravó para la población de tres a 17 años de edad. Los datos de pobreza multidimensional del INEGI arrojaron que el 17 por ciento de la población infantil y adolescente se encontraba en rezago.

La cifra, la más alta a nivel nacional, casi es el doble de la nacional que es de 10.6 por ciento. Pero el drama es mayor. En Chiapas, en 2024, se profundizó el retraso en educación. En 2016, 240 mil 816 menores no asistían a la escuela. Para 2024 la cifra aumentó a 311 mil 983.

Postulado por la coalición Juntos haremos Historia (Morena-Partido del Trabajo y Encuentro Social), Rutilio Escandón Cadenas ofreció en 2018, durante su campaña al gobierno estatal, cero tolerancia a la corrupción, programas para el empleo, reconciliación con migrantes en su camino hacia Estados Unidos e impulso al turismo. Entre otras expresiones, repitió que no desperdiciaría un solo peso en beneficio de la población chiapaneca. Ganó con el 39.08 por ciento de la votación que ese año fue histórica en el país y en Chiapas. Al final, las cuentas no cuadraron y hay aún zonas oscuras por iluminar.

¿Quién es Rutilio Escandón Cadenas?

Abogado por la Universidad Autónoma de Baja California donde cursó de 1977 a 1981, Rutilio Escandón Cadenas ingresó al servicio público en 1991 en el Instituto Nacional de Migración. Desde entonces, fue agente del Ministerio Público de la otrora Procuraduría del Distrito Federal (hoy Fiscalía) en la antes delegación Coyoacán, subdirector general del Instituto de Salud Mental de Baja California, delegado del INM en Ixtapa-Zihuatanejo, Guerrero y director jurídico del Banco Rural en Oaxaca.

Al tiempo, construyó una carrera política. Fue senador de la República por Chiapas en las LVIII y LIX legislaturas de 2000 a 2006 y diputado federal de la LX legislatura en el Congreso de la Unión de 2006 a 2009. También fue secretario general del Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de 1999 a 2005. En ese partido se unió al grupo que empezó a conformar y dirigir Andrés Manuel López Obrador. 

En 2012, según sus declaraciones patrimoniales como gobernador, obtuvo el grado de doctor en esa profesión por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Un año después fue designado magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de Chiapas. Cinco años después y con una campaña electoral por iniciar, renunció. En 2018, ganó la gubernatura de Chiapas en una elección histórica, la más votada hasta ese momento y que a nivel federal llevó por primera vez a una fuerza de izquierda (Morena, con la evolución de antiguos grupos perredistas) a la Presidencia de la República con la postulación de Andrés Manuel López Obrador.

Escandón Cadenas se casó en 2013 con Rosalinda López Hernández, senadora electa por Tabasco, quien falleció en junio de 2024.

La confidencialidad en su declaración patrimonial

Si las declaraciones patrimoniales son el espejo de los funcionarios en su ánimo de transparencia, las de Rutilio Escandón Cadenas muestran ciertas áreas opacas. En la presentada al concluir su gobierno en Chiapas en 2024 declaró seis inmuebles a nombre de su cónyuge (en ese momento Rosalinda López Hernández) y 16 a nombre de él.

Los datos de las propiedades de su esposa solo revelan que se trata de bienes inmuebles. La mayor parte de la información está “clasificada”. Por su parte, él reconoce tener un rancho, una bodega, locales comerciales, terrenos, departamentos y casas. La bodega, los terrenos y una casa los compró al contado. Pero un departamento y un local comercial le fueron donados. Como ingreso, ese año, sólo reportó su remuneración como gobernador que ascendió a 1 millón 419 mil 786 pesos al año.

En diciembre de 2024, a unos días de entregar la administración chiapaneca, fue nombrado cónsul General de México en Miami. Obligado por la normatividad federal de los servidores públicos, presentó de nuevo su declaración patrimonial en la que expuso la misma fortuna inmobiliaria con la que concluyó en el gobierno de Chiapas.

Chiapas: el eco más hondo de la pobreza

Chiapas ha sido y aún es la entidad más pobre de México. Mientras que la primera medición de pobreza multidimensional del INEGI indica una reducción en el país de más de 8 millones de personas en pobreza y más de 2 millones en pobreza extrema, entre 2022 y 2024; en el estado del sur el número de individuos en esas condiciones, aumentó.

El 66 por ciento –unos 4 millones de personas– de la población en Chiapas vive en condiciones de pobreza, según este tipo de medición de la pobreza que considera no sólo falta de recursos económicos; sino carencias como acceso a servicios básicos, educación o seguridad social.

De ellos, hay 1 millón 689 mil mujeres, hombres y niños que viven en pobreza extrema. Este grupo no tiene acceso a ningún derecho social y padece crisis alimentaria. De hecho, cuando el INEGI hizo sus levantamientos de datos, encontró en Chiapas a 1 millón 209 mil personas desnutridas y bajo riesgo de adquirir enfermedades por carencia alimentaria y agua limpia.

Ese panorama en el que la falta de recursos y accesos es extrema se encuentra más en las comunidades indígenas y rurales donde, según estimaciones del mismo INEGI, vive casi el 30 por ciento de la población. Se trata de poblaciones lejanas del centro del estado y cuyos caminos aún no han sido pavimentados.

En el último tramo del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas (2018-2024), Chiapas se rezagó en casi todos los indicadores de carencias. La falta de acceso a la educación afectó a 1 millón 989 mil chiapanecos, la carencia de los servicios de salud la tuvieron 3 millones 712 mil personas, en tanto que la falta de seguridad social afectó a 4 millones 478 mil personas.

En la pobreza a nivel nacional, Guerrero se situó en el segundo sitio con el 58.1 por ciento de su población y Oaxaca en el tercero con el 51.6 por ciento.

Desde que en 2004 en México empezó a medirse la pobreza con el antiguo Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Chiapas ha aparecido con los índices más altos de pobreza. Los registros históricos indican que municipios como Ocosingo, San Juan Cancuc, Mitontic y Chilón han tenido casi al total de su población con carencias.

El Coneval fue disuelto y sus funciones, así como su metodología, fueron asumidas por el INEGI que este año presentó sus primeros resultados. Chiapas volvió a aparecer en pobreza por encima de la media nacional y sus municipios con emergencias básicas.

(Con información de Reporte Indigo)

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