Tras el asesinato de Charlie Kirk, un joven activista conservador y figura cercana al Gobierno de Donald Trump, la ultraderecha de EU lamenta la muerte de una figura que describen como un luchador y alertan que el país “está en guerra” tras este suceso de supuesta violencia política. Los demócratas, en cambio, denunciaron la violencia que vive el país.
“El movimiento que Charlie inició no se detendrá jamás (…) murió luchando no solo por él, sino también por ustedes, por Jesucristo y por esta nación”, afirmó Jack Posebic, comentarista político cercano a Kirk y colaborador en su organización Turning Point USA, en declaraciones a Real America’s Voice, la cadena donde Kirk conducía su programa ‘The Charlie Kirk’s Show‘.
Posebic, quien participaba frecuentemente en el show de Kirk y se refirió a él como un “amigo cercano”, amenazó a los “radicales de izquierda” de EU en la transmisión.
“¿Creían que antes las cosas estaban mal?, ¿que estábamos haciendo demasiado? Nos acaban de quitar a unos de nuestros amigos. Esto es lo que ustedes le han hecho a nuestro país. Lo que viene ahora, será culpa de ustedes”, sentenció.
En el mismo programa, Steve Bannon, exasesor de Trump y estratega durante su primer mandato, fue un paso más allá y señaló que Kirk “es una víctima de la guerra política que se está librando” en Estados Unidos.
“Estamos en guerra (…) habrá oraciones, duelo y banderas a media asta, pero debemos mantener una determinación férrea”, agregó.
Un mensaje similar fue replicado en la cadena Fox, un medio tradicional, de boca de Jesse Watters, un comentarista político y presentador de televisión.
“Ellos están en guerra con nosotros”, dijo Watters, tras hacer un listado de los varias instancias de violencia política en Estados Unidos, incluyendo los atentados contra Trump y contra dos funcionarios de la embajada de Israel en Washington.
“Esto es inaceptable y tiene que parar. Estamos escuchando todo lo que están diciendo, los políticos, los medios y todas las ratas allí afuera (…) es un punto de inflexión y ya sabemos en qué dirección vamos”, agregó.
Kirk sufrió un disparo en el cuello mientras participaba en un debate en la Universidad Utah Valley, frente a centenares de personas. Fue trasladado en estado crítico al hospital de Timpanogos, en la ciudad de Orem, donde falleció.
La reacción de los demócratas y republicanos moderados fue muy distinta. “No hay lugar en nuestro país para este tipo de violencia”, posteó en X el expresidente Joe Biden.
“Esto debe parar ahora. Jill y yo rezamos por la familia y seres queridos de Charlie Kirk”, añadió.
El expresidente Barack Obama dijo que “aún no sabemos qué motivo a la persona que disparó contra y mató a Charlie Kirk, pero este tipo de violencia despreciable no tiene lugar en nuestra democracia. Michelle y yo rezaremos por la familia de Charlie esta noche, especialmente por su esposa Erika y sus dos hijos”.
Por su parte, el expresidente republicano George W. Bush dijo que “hoy, un joven ha sido asesinado a sangre fría mientras expresaba sus opiniones políticas. Ha ocurrido en un campus universitario, donde el intercambio abierto de ideas contrarias debería ser sagrado. La violencia y la virulencia deben ser erradicadas de la esfera pública. Los miembros de otros partidos políticos no son nuestros enemigos, son nuestros conciudadanos. Que Dios bendiga a Charlie Kirk y a su familia, y que Dios guíe a Estados Unidos hacia la civilidad”.
(Con información de El Universal)