La vicepresidenta Kamala Harris podría escribir una nueva página en la historia de Estados Unidos si consigue romper el techo de cristal con el respaldo de Joe Biden para ser la primera mujer presidenta.
Ya lo ha hecho al convertirse, en enero de 2021, en la primera mujer, la primera afroestadunidense y la primera persona de origen asiático en ser vicepresidenta del país.
Ya en marzo de 2023, Biden había declarado que su compañera de fórmula había “roto un techo de cristal tras otro”.
Un año después, Kamala contendía como compañera de fórmula del presidente, hasta que éste se retiró de la campaña por la reelección. Luego de hacerse a un lado, Biden ‘destapó’ a la ex fiscal como sucesora.
Harris describió tal decisión como un “acto desinteresado y patriótico”, y enfatizó que el presidente estaba “poniendo al pueblo estadunidense y a nuestro país por encima de todo”.
Así fue la vida de Kamala Harris
Harris nació el 20 de octubre de 1964 en Oakland, California, de padres que se conocieron como activistas de derechos civiles. Su ciudad natal y la cercana Berkeley estaban en el centro de los movimientos en defensa de la justicia social y racial de la época, y Harris era a la vez producto y beneficiaria.
La vicepresidenta, de 59 años, cuenta que de niña se manifestaba por los derechos civiles junto a su padre jamaicano, profesor de economía, y de su madre india, investigadora del cáncer de mama.
Hablaba frecuentemente sobre haber asistido a mítines siendo bebé y de haber crecido rodeada de adultos “que pasaban todo el tiempo marchando y lanzando consignas sobre esto llamado justicia”. En primer grado, la llevaron en autobús a la escuela como parte de la segunda generación para integrar la educación pública de Berkeley.
Sus padres se divorciaron cuando ella era joven y su madre la crió junto con su hermana menor, Maya.
La familiaridad con el activismo político la llevó a declarar que creía que trabajar por el cambio dentro del sistema era tan importante como agitar desde afuera. En 2003, se postuló para su primer cargo político, enfrentándose al veterano fiscal de distrito de San Francisco.
Pocos residentes de la ciudad sabían su nombre y Harris instaló una tabla de planchar como mesa afuera de las tiendas de comestibles para conocer gente. Ganó y rápidamente mostró su voluntad de trazar su propio camino. Meses después de su mandato, Harris se negó a solicitar la pena de muerte para el asesino de un joven agente de policía que murió en el cumplimiento de su deber, afectando su relación con la policía municipal.
El episodio no detuvo su ascenso político. A finales de 2007, cuando aún se desempeñaba como fiscal de distrito, estaba tocando puertas en Iowa para el entonces candidato Barack Obama. Después de convertirse en presidente, Obama la respaldó en su campaña de 2010 para fiscal general de California.
Una vez elegida para un cargo estatal, se comprometió a defender la pena de muerte a pesar de su oposición moral a ella. Se negó a defender la Proposición 8, una iniciativa respaldada por los votantes que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo. Harris también jugó un papel clave en un acuerdo de 25 mil millones de dólares con los prestamistas hipotecarios del país luego de la crisis de ejecuciones hipotecarias.
A medida que los asesinatos de jóvenes negros a manos de la policía recibieron más atención, Harris implementó algunos cambios, incluyendo el seguimiento de datos raciales en las detenciones policiales, pero no adoptó medidas más agresivas como exigir que fiscales independientes investigaran los tiroteos policiales.
Kamala reconoce su compromiso con los apoyos sociales:
El historial de Harris como fiscal eventualmente la perseguiría cuando lanzó una candidatura presidencial en 2019, ya que algunos progresistas y votantes más jóvenes exigieron un cambio más rápido. Pero durante su periodo en el cargo, también forjó una relación fortuita con Beau Biden, el hijo de Joe Biden que entonces era fiscal general de Delaware. Beau Biden murió de cáncer cerebral en 2015, y su amistad con Harris cobró gran importancia años después, cuando su padre eligió a Harris como su compañera de fórmula.
Harris contrajo matrimonio con el abogado de entretenimiento Douglas Emhoff en 2014 y se convirtió en madrastra de los dos hijos de Emhoff, Ella y Cole, quienes se referían a ella como “Momala”.
Harris tuvo una inusual oportunidad de avanzar políticamente cuando la senadora Barbara Boxer, que había ocupado el cargo más de dos décadas, anunció que no volvería a postularse en 2016.
Kamala revive momentos con su esposo:
Ya en el escaño, Harris rápidamente se convirtió en parte de la resistencia demócrata a Trump y obtuvo reconocimiento por sus agudos cuestionamientos a sus nominados. En un momento memorable, presionó al ahora juez de la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, sobre si conocía alguna ley que otorgara al gobierno la facultad de regular el cuerpo de un hombre. Kavanaugh no conocía alguna, y la línea de interrogatorio galvanizó a mujeres y activistas por el derecho al aborto.
Poco más de dos años después de convertirse en senadora, Harris anunció su campaña para la nominación presidencial demócrata de 2020. Pero su intento se vio empañado por luchas internas y no logró tomar fuerza, por lo que finalmente abandonó la contienda antes de las asambleas electorales de Iowa.
Ocho meses después, Biden seleccionó a Harris como su compañera de fórmula. Mientras la presentaba a la nación, Biden reflexionó sobre lo que significaba su nominación para “las niñas negras y de raza negra que tan a menudo se sienten ignoradas y subvaloradas en sus comunidades”.
¿Qué estudió?
Asistió a la Universidad Howard, una escuela históricamente negra en Washington, y se unió a la hermandad de mujeres Alpha Kappa Alpha, que se convirtió en una fuente de hermandad y apoyo político a lo largo de los años.
Después de graduarse, Harris regresó al Área de la Bahía de San Francisco para estudiar Derecho y eligió la carrera de fiscal, una decisión que sorprendió a su familia activista.
¿Cómo fue su trabajo como vicepresidenta?
Kamala tuvo problemas para encontrar su equilibrio tras asumir el cargo de vicepresidenta. Asignada para trabajar en temas relacionados con la migración de Centroamérica, los republicanos la culparon repetidamente por problemas con los cruces fronterizos ilegales.
Sin embargo, Harris tuvo más prominencia como la defensora más franca del derecho al aborto en la Casa Blanca después que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara Roe v. Wade en 2022. También ha desempeñado un papel clave al acercarse a los jóvenes y a los votantes no blancos.
Además, el desempeño constante de Harris después de la debacle del debate de Biden solidificó su posición entre los demócratas en las últimas semanas.
Su camino como candidata a la presidencia de EU
La consagración de Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata el jueves 22 de agosto en Chicago será el corolario de un mes único en la historia política estadunidense, que repartió de nuevos las barajas de la campaña presidencial.
El 21 de julio de 2024, en una carta publicada en la red social X, Joe Biden anunció que se retiraba de la carrera por la Casa Blanca. El presidente cedía así a la presión de sus pares que consideraban que su candidatura a un segundo mandato era demasiado riesgosa para el partido en el gobierno.
La noticia se convirtió en una bomba que eclipsó el hecho del momento: la tentativa de asesinato contra Donald Trump apenas una semana antes.
Los demócratas volvían a dominar la escena pública y la vicepresidenta se aseguró rápidamente la nominación presidencial del Partido Demócrata para las elecciones de noviembre.
Harris fue la única candidata que se presentó ante los casi 4 mil delegados que, durante cinco días, debían designar mediante sufragio electrónico a la postulante presidencial de su partido.
“Me siento honrada de ser la aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos”, dijo la actual vicepresidenta, de 59 años, tras obtener el apoyo de más de la mitad de los delegados en el segundo día de la maratónica votación.
En las dos semanas transcurridas desde que el presidente Joe Biden anunció que no se presentaría a la reelección, Harris obtuvo el control total del partido.
Ningún otro demócrata dio un paso al frente para desafiarla, y Harris se convertirá en la primera mujer negra y originaria del sur de Asia en aspirar a la jefatura del Estado.
(Con información de Milenio)