A veces el conjunto de diversos síntomas pequeños, puede representar un gran riesgo para tu vida.
El cuerpo es sabio y sabe cómo expresarse cuando las cosas van mal, problema es que no siempre le ponemos atención. A veces el estrés comienza a hacer de las suyas de manera secreta y a lanzar síntomas tan comunes, que cuando se presentan podemos confundirlos con alguna enfermedad pasajera. Sin embargo, el conjunto de estos, puede representar un tema de salud serio y peligroso.
Antes de entrar más en detalle respecto a los síntomas previos a un infarto, es importante comentarte que pueden aparecer con un mes de anticipación, por lo que si aprendes a leer tu cuerpo, podrás prevenir y no lamentar.
La fatiga inusual
La fatiga inusual es aquella que se presenta con cualquier actividad mínima. No necesitas hacer gran esfuerzo para sentirte cansado y este es uno de los principales síntomas que indica un ataque al corazón inminente. Las mujeres tienen más probabilidades de reportar este tipo de síntomas que los hombres.
El dolor abdominal
Es probable que pienses que hiciste mucho ejercicio o que la comida te cayó mal. Sin embargo, el malestar estomacal, la hinchazón y el vómito, son varios de los síntomas más comunes, pero también podrían venir de la mano de un infarto.
Falta de sueño
Si tienes insomnio, debes permanecer alerta a tu salud, ya que esta se asocia con un riesgo mayor de padecer ataque cardíaco o accidente cerebrovascular, el cual es más común entre las mujeres.
Te falta el aire
La disnea, o falta de aire, es una fuerte sensación de ser incapaz de respirar profundamente. Digamos que es como cuando subes muchas escaleras y tu condición física es deplorable. Si esto te pasa constantemente, es alerta de una condición física que podría aparecer de la mano de fallas cardíacas.
Sudas mucho
La sudoración inusual o excesiva es una señal de advertencia temprana de un ataque al corazón. Puede ocurrir en cualquier momento del día o de la noche. Este síntoma afecta a las mujeres más a menudo y generalmente se confunde con los sofocos o sudores nocturnos típicos de la menopausia.
De hecho, si te despiertas empapado entre las sábanas o tienes síntomas de gripa constantemente, debes visitar un doctor lo antes posible.
Por SDP Noticias