CIUDAD DE MÉXICO, 20 de octubre de 2017.- Primero fueron los sismos.
Ahora los problemas son de tipo social.
Es la desgracia del sur del país, básicamente Oaxaca y Chiapas.
Son dos de los estados con mayores daños por los terremotos del 7 y, en menor escala, del 19 de septiembre pasado.
A la explicación:
En ambos estados la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha sentado reales y se ha posesionado de las dos secciones dominantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Son las secciones 22 y 6 y 7, respectivamente.
Como caníbales, a impulso del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y -reportan los cuerpos de inteligencia- de la guerrilla, han salido a aprovecharse de la desgracia.
Quieren capitalizarla en su beneficio y presionan al gobierno para llevar simpatizantes a su causa electoral rumbo a los comicios federales y locales del año próximo.
Los cuerpos de inteligencia del gobierno mexicano los han ubicado como riesgosos elementos de desestabilización en doble vía: para la reconstrucción tras los sismos pero también para los comicios de 2018.
La orden a Juárez Cisneros de desactivar
Registrado este conflicto, se ha tomado la determinación de actuar.
En Oaxaca el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob), René Juárez Cisneros, ha recibido la encomienda de desactivar focos de riesgo.
Tarea difícil porque la Sección 22, comandada por Eloy López Martínez, no tiene ninguna preocupación por los damnificados ni por encaminar la rehabilitación o reconstrucción de casas.
Operan para la pizca electoral a favor de Andrés Manuel López y el partido de su propiedad, Morena, y para ello preparan más movilizaciones, más bloqueos de carreteras, más tomas tomas de casetas de cobro…
Más conflictos, en síntesis.
Lo vimos desde el inicio de la desgracia el 7 de septiembre, cuando bloquearon el acceso hasta de técnicos para revisar la situación física de los planteles y para la entrega de víveres a quienes se quedaron sin casa, sin escuelas, sin esperanza.
Lo mismo puede decirse del magisterio de Chiapas.
Los datos los tiene el Estado y el gobierno sabrá cómo actuar, pero esta es una segunda desgracia para un sureste con los peores niveles de desarrollo socioeconómico y un magisterio al servicio de la guerrilla y del populismo del populista –no es pleonasmo- tabasqueño.
Martínez Corbalá envuelto en la bandera
1.- Mucho se ha hablado de Gonzalo Martínez Corbalá, embajador de México durante el golpe en Chile y artífice de la diáspora de disidentes del gobierno de Augusto Pinochet.
Va una anécdota poco conocida:
Luego de ingresar la ya entonces viuda del asesinado Salvador Allende, Hortensia Bussi, fue enviado un piquete de soldados de élite a apresarla a ella y a otros conspicuos allendistas en la embajada mexicana.
Martínez Corbalá abrió la puerta y, envuelto en la bandera mexicana, retó a los militares:
-Disparen. Violen el territorio mexicano. Si quieren a Hortensia, llévensela, pero será sobre mi cadáver y la soberanía de México.
El grupo castrense no supo qué hacer y, ante la confusión, decidió retirarse.
Lo dicho: fueron tiempos de mucho riesgo porque la gloria no se conquista con cobardías.
Y 2.- la designación de Gabriela Cuevas como presidenta de la Unión Interparlamentaria (UIP) en San Petersburgo tiene muchos significados.
Habla de la división en el Partido Acción Nacional (PAN), el poder del grupo disidente liderado por Ernesto Cordero y de la pérdida de control de Ricardo Anaya.
Pero también del gran apoyo del Senado y de su presidente Cordero para incrementar la presencia de México en el mundo parlamentario.
Por quadratin