La obesidad no solo tiene repercusiones físicas, también psicológicas y sexuales
Expertos advierten que la obesidad y la diabetes impiden una vida sexual placentera
En México, la obesidad y la diabetes van en aumento y expertos han comprobado que estos problemas tienen serias consecuencias en la salud sexual.
Según la sexóloga Irene Moreno, en México hay graves problemas de salud sexual relacionados con la obesidad.
Diabetes y obesidad condicionan la salud sexual
Problemas como la diabetes mellitus tipo 2 afectan negativamente el deseo sexual y la erección, ya que es una enfermedad directamente vinculada con la circulación sanguínea.
“Esto afecta a la respuesta en la erección y también en la lubricación vaginal”, advierte la experta.
Así mismo, señala que en las mujeres, los problemas de peso pueden causar adelgazamiento de las paredes vaginales y sequedad vaginal, lo que ocasiona dolor en las relaciones sexuales.
Otro problema importante son las consecuencias emocionales, ya que está comprobado que aunque la obesidad es una enfermedad física, puede desencadenar depresión, lo que es un pésimo aliado de la sexualidad.
Salud sexual no es igual a salud reproductiva
Moreno destaca la importancia de diferenciar la salud sexual de la salud reproductiva.
“No es la ausencia de enfermedades sexuales, sino un estado generalizado de bienestar en torno a aspectos relacionados con la sexualidad”, explica la sexóloga.
Para entender esto, la experta explica que la salud sexual se compone de cuatro aspectos fundamentales: la biológica, la emocional, la social y la espiritual.
Estos cuatro aspectos deben convivir en equilibrio para una correcta salud sexual.
“Todos forman una unidad… si socialmente tienes una educación muy represiva, aunque físicamente estés bien tu experiencia sexual va a dejar mucho que desear”, agrega Moreno.
Pensar que si no existe una infección de transmisión sexual o una infección vaginal es sinónimo de salud sexual es un error.
“Ni siquiera los ginecólogos preguntan a sus pacientes por su capacidad orgásmica o su frecuencia sexual. Nos falta entender que la salud sexual repercute en todo lo demás”, afirma la experta.
En conclusión, no solo se trata de estar sano genitalmente, Moreno sugiere que también hay que poner mucha atención en nuestra capacidad para tener fantasías sexuales.
“Siendo una persona sana sexualmente puedes echar a andar la fantasía, aunque cuando una persona tiene muchas repercusiones, la fantasía se reprueba… la fantasía juega un papel muy importante tanto en la sexualidad propia como en pareja”, concluye.
(Con información de Globovisión)