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Rescatan a chiquilla maltratada

Vecinos, cansados de ser testigos de la violencia y descuido reiterado contra su vecinita, decidieron llamar a los policías; los padres, tíos y abuelos están implicados en el delito

Tras un alerta de vecinos de la colonia Vicente Guerrero, perteneciente a la Villa de Zaachila, una chiquilla con el síndrome de niña maltratada fue rescatada de su hogar por elementos de la Policía Municipal. Por ello, padres, tíos y abuelos comparecieron ayer ante un juez de control.

“La vecinita” y su calvario

Una noche de lluvia y truenos, la pequeña no dejaba de temblar, sus dientes rechinaban mientras más se apretaba con sus débiles brazos.

Se apostaba recargada en las láminas de una rústica vivienda, de la populosa colonia Vicente Guerrero, no muy lejos, al sur de la capital.

Una vecina y su hija veían por la rejilla cómo la nena buscaba la protección del pedazo de lámina que sobraba del techo de la vivienda; se apiadaron y fueron por ella.

Otra mañana, José, el padre de la niña, azotaba un tubo de regular tamaño contra el piso, advirtiéndole a su hija que se apurara a cortar el pasto, porque de lo contrario le caían unos “fregadazos”.

En otra ocasión, Karina, a media calle, le dio de bofetadas porque la pequeña no se dio prisa y le ganó el camión de la basura. Su castigo fue quedarse descalza afuera de la vivienda, bajo unos candentes rayos de sol. “Brincaba como chapulín”, recuerda una vecina.

Una noche, la infante con visibles síntomas de desnutrición pidió un vaso de leche a su abuelita Carmen, lo que le dio la adulta fue una esencia, de esas que utilizan ellos para preparar raspados, pues a la venta de esto se dedica la familia entera. “Toma y cállate”, le habría dicho.

Lo que sí preocupó a los vecinos, quienes ya habían hablado a las autoridades, pero nadie les hacía caso; fue cuando en una ocasión vieron el rostro de la nena y su cuerpecito con varias lesiones.

Hubo quien se acercó y le ganó su confianza, se sentaron y charlaron. La niña confesó que su abuelita Carmen le había pegado con una varilla.

La infante de 7 a 9 años de edad, nunca estaba tranquila, temblaba al imaginar que su abuela llegaba a sacarla del “chongo” del hogar, donde en más de una ocasión le ofrecían cobijo y alimentos.

Una tarde del 15 de marzo del 2016, a las 15:00 horas, volvieron a escucharse los gritos desgarradores de la niña, tres o cuatro vecinos decidieron decir basta y llamaron a la Policía Municipal.

Los uniformados ingresaron al hogar y a simple vista vieron que la pequeña tenía lesiones y decidieron llevarla ante el Ministerio Público de Zaachila.

Durante la intervención de un médico perito legista de la Fiscalía, se estableció que la niña tenía múltiples lesiones, algunas recientes y otras cicatrizadas en todo su cuerpecito.

“Presenta herida en pariental derecho, pómulos izquierdo y derecho, escoriaciones en el rostro, endemas en brazos y antebrazos, así como en pierna derecha, presenta el síndrome de niña maltratada y grado 2 de desnutrición”, certificó en ese momento el profesionista.

Desde ese momento, la vecinita, como solían llamarle los apiadados vecinos, quedó al resguardo de las autoridades, siendo canalizada al Desarrollo Integral número 1 de Oaxaca.

A más del año, ayer comparecieron ante la juez de control de los juzgados de circuito judicial de Valles Centrales, los señores José, Reyna, Carmen, Juan Carlos y Karina, padres, abuelos y tíos de “la vecinita”.

Fueron citados para que en audiencia pública, el agente del Ministerio Público les formulara la imputación del delito de violencia familiar. A Carmen, se le acusó además del delito de lesiones.

Datos de prueba

Como datos de prueba, la representación social dijo contar con tres denuncias realizadas por vecinos que fueron testigos de los maltratos.

Un parte informativo de la Policía Municipal del día en que acudieron por la niña, así como un dictamen del perito médico de la Fiscalía, quien certifica las lesiones y el daño psicológico causado a la pequeña.

Además existe un documental con fotografías diversas sobre las lesiones inferidas en el cuerpo de la infante.

Al cierre de la edición, los cinco integrantes de la familia escuchaban con atención las acusaciones al lado de un defensor público.

Por El Imparcial de Oaxaca

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