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Sufre más de 84 horas con bebé muerto en su vientre

Desde que hospitalizaron a la joven indígena sólo le han proporcionado suero, quien además de haberse presentado como madre soltera, es menor de edad, originaria de la comunidad cuetzalteca de San Andrés Tzicuilan

Cuetzalan, Puebla.- El pasado lunes, una menor indígena cumplió 84 horas sin que le pudieran extraer el cadáver de su bebé que aún permanecía en su vientre, no obstante cabe recordar, la recomendación girada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al Hospital General de Cuetzalan de garantizar la prestación de servicios médicos para evitar la muerte de otro bebé tal y como había sucedido en agosto del 2014.

LOS HECHOS

Por falta de ginecólogo, la menor indígena, seguía con su bebé sin vida en el vientre, sin que nadie más la pudiera auxiliar, según EL SOL DE PUEBLA, José “N”, hermano de la menor, informó que la ingresaron el viernes 22 de septiembre al hospital, y durante su primera revisión, los médicos que la valoraron señalaron que el bebé ya había fallecido: “desde entonces, no han hecho la lucha de sacarlo (…) nos pusieron de pretexto que no había ginecólogo y como era viernes no había especialistas”, denunció.

La primera entrevista ocurrió 53 horas después del diagnóstico y el cadáver del bebé seguía en el útero de la menor, la espera que se prolongaría hasta la mañana del lunes, sumando más de 84 horas desde su ingreso hasta su atención.

La menor indígena, originaria de la comunidad cuetzalteca de San Andrés Tzicuilan, es madre soltera y aún espera le realicen la extracción del cadáver de su bebé.

Por recomendación de los médicos la tienen sólo con sueros, lo que significa que todo este tiempo no ha ingerido ningún tipo de alimento.

Cabe mencionar que al momento de la entrevista no habían presentado ninguna queja ante autoridades sanitarias, la CNDH u otra instancia.

Cerca de las 11:30 horas del sábado pasado, se suponía que le harían un ultrasonido a la joven, y como no había ambulancia, tuvieron que esperar hasta la mañana del domingo para realizar dicho estudio.

Después de 48 horas de que fuera internada, apenas iban a verificar el estado del bebé, (vivo o muerto).

“No se sintieron capaces de su trabajo, pues como habíamos dicho que ya estaba muerto… nos han estado pidiendo medicamentos que nos han costado poco más de 600 pesos”, porque la farmacia estaba vacía, inversión que resulta un golpe a su economía por ser de escasos recursos.

Por Debate

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