Las autoridades descubrieron los crímenes por un celular perdido que tenía fotos de trozos de cadáveres
Rusia.- La Policía rusa detuvo en Krasnodar, en el sur de Rusia, a una pareja de caníbales sospechosa de haberse comido entre siete y 30 personas, con cuyos cuerpos habrían realizado conservas en los últimos 18 años.
De acuerdo al Comité de Instrucción citado por la cadena NTV, hace unos días las fuerzas de seguridad rusas arrestaron a un hombre de 35 años en relación con el hallazgo de un cubo y un paquete con fragmentos diseccionados de un cuerpo femenino.
El descubrimiento tuvo lugar en el territorio de una escuela de aviación de la región de Krasnixar. La detención del sospechoso fue posible después de que un obrero que trabajaba en la carretera encontrara un teléfono móvil con imágenes de trozos de un cuerpo humano.
Más tarde, según la fuente, fue detenida también la esposa del presunto caníbal. La macabra pareja, según algunas fuentes, operaba en la región desde 1999 y pudo haber cometido múltiples asesinatos.
Según el medio, además de alimentarse con carne humana, los presuntos caníbales preparaban conservas con los restos de sus víctimas.
Otros medios locales reportaron que la pareja guardaba paquetes congelados con restos humanos. Ambos habrían aceptado parte de los crímenes en los interrogatorios y explicado que reducían a sus víctimas con éter, versión que no fue confirmada oficialmente.
LA HISTORIA DE OTRO CANIBAL EN MÉXICO
Hace 12 años encontraron a Gumaro de Dios Arias comiéndose a su amigo; el corazón de su víctima, un riñón y algunas costillas estaban en una parrilla. “La carne me sabía como a borrego”, dijo El Caníbal a los policías que lo detuvieron. Sin embargo, el sistema judicial mexicano lo declaró inimputable, puesto que, según las autoridades, la esquizofrenia paranoidepadecida por Gumaro de Dios le impedía reconocer que estaba cometiendo un ilícito.
En las sombras del sistema penitenciario habitan centenares de personas como El Caníbal, pero actualmente no existen estadísticas oficiales sobre cuántos son los presidiarios que, por padecimientos mentales, han sido juzgados con inimputabilidad, es decir, carecen de la madurez física y mental considerada por la ley para exigirle la responsabilidad de sus actos.
La primera Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (Enpol), publicada el lunes pasado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), no reporta el estado de salud de los internos. Tampoco el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales, del mismo Inegi, proporciona esta información.
La Ley Nacional de Ejecución Penal establece el 30 de noviembre de 2018 como fecha máxima para que las personas inimputables cumplan sus penas únicamente en los establecimientos destinados para ese propósito, distintos de los centros de extinción de penas y de prisión preventiva.
Sofía Cobo, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), se mostró sorprendida de que el Inegi no evaluara aspectos como la salud de los internos. Confía en que las variantes de la encuesta se amplíen.
“Datos importantísimos como salud, deporte y capacitación para el trabajo no están en la Enpol. Son temas que, si bien están establecidos para una vigencia posterior, la Constitución los marca como fundamentales para la reinserción de los presos a la vida pública”, aseguró
Por Debate