El audio fue la evidencia clave.
Lillian Constantine logró encender la grabadora de su teléfono celular mientras un sujeto la violaba a pocos metros de su casa. El audio fue la evidencia clave para condenar a 13 años de prisión a su agresor.
El hecho se produjo en 2016, cuando la joven de 19 años fue atacada por Ashraf Miah y al llegar a casa, sus padres le aconsejaron no bañarse, ni cepillarse el cabello o los dientes.
“Me sometieron a cientos de revisiones y exámenes físicos. Me sentí como una rata de laboratorio. Repetí la historia una y otra vez y recibí un tratamiento para evitar contagiarme de VIH”.
Ni todas las humillaciones lograron detenerla. Su violador tenía que pagar y tenía que retirarse de las calles. En octubre del año pasado, Lillian publicó un video en YouTube donde narra su experiencia y brinda apoyo y consejos a las víctimas de agresiones sexuales.
Por SDP Noticias