Durante la madrugada del 28 de julio de 1957 se registró un sismo de 7.7 grados en la Ciudad de México, que logró derribar la Victoria Alada sobre el Paseo de la Reforma
Excelsior/ Ultimátum
Hoy se cumplen 60 años del fuerte terremoto que tiró el Ángel de la Independencia, que además provocó la muerte de 700 personas, docenas de réplicas y varios derrumbes.
La madrugada del domingo 28 de julio de 1957, alrededor de las 2:43 de la madrugada, un sismo de 7.7 grados Richter con epicentro en Acapulco, Guerrero, azotó a la Ciudad de México, y que despertó a todos los capitalinos.
Los medios reportaron un apagón de varias horas y cuando amaneció, los ciudadanos se encontraron con que la Victoria Alada de la Columna de Independencia, también conocido como Ángel de la Independencia, estaba tirada, destrozada y sin cabeza sobre el Paseo de la Reforma.
El Ángel tuvo que rehacerse desde cero, el trabajo fue realizado por un grupo de técnicos del escultor José María Fernández Urbina y fue reinaugurada el 16 de septiembre de 1958.
Lo único que se rescató de la escultura ‘original’ del escultor italiano Enrique Alciati, fue el rostro del Ángel y está colocado en la entrada del Archivo Histórico de la Ciudad de México.
Varios edificios se derrumbaron, sin embargo, uno de los más impactantes fue un inmueble de departamentos en Frontera y Álvaro Obregón, en la colonia Roma, que cayó piso sobre piso, donde murieron 33 personas.
La Nave Central de La Merced también se derrumbó, varias personas se quedaron atrapadas en algunos pisos de las unidades habitacionales Presidente Alemán y Juárez, ya que las escaleras sucumbieron ante el movimiento telúrico.
Varios cines tuvieron que ser cerrados, como el Cervantes, Colonial, Ópera, Insurgentes, Titán y Capitolio, ya que la estructura era débil.
Para sorpresa de todos los capitalinos, la Torre Latinoamericana -que había sido inaugurada unos días antes- resistió al terremoto, sin sufrir ningún daño.
Aunque los primeros reportes señalaban tan solo cuatro muertos, el recuento final fue de 700 fallecidos y más de dos mil 500 heridos.
Este es uno de los terremotos más fuertes registrados en la Ciudad de México en el siglo XX, superado por el sismo del 19 de septiembre de 1985 de una magnitud de 8.1 grados.
